La valentía de tu Comité de Dirección

Por Óscar Gracia Oliván

En estas tres últimas semanas he tenido varias experiencias que han activado este chispazo. En muy poco tiempo he realizado diversas reuniones y presentaciones a múltiples niveles y he podido comprobar cómo organizaciones similares, en mercados parecidos, con problemáticas (y oportunidades) afines, que plantean iniciativas casi análogas,… obtienen resultados diferentes fundamentalmente por un motivo: la valentía de su Comité de Dirección.

Sin duda, la velocidad en la toma de decisiones, así como la rapidez en su implantación, son claves indispensables para que una organización aproveche sus ventajas competitivas frente a otros en el mercado. Desde la distancia resulta tremendamente singular poder comparar cómo unos toman decisiones y avanzan mientras otros no cierran una decisión para arrancar una iniciativa y, evidentemente se quedan donde están, o mejor dicho, retroceden.

¿Te imaginas ser un guaperas o un pivón y no atreverte a dar un paso adelante para ligar en la disco? ¿Ser el único/a con patines en un maratón y no dar impulso para ir más rápido? ¿Tener un GPS y no utilizarlo en una carretera desconocida?…En otras palabras, ¿tener a tu disposición el recurso para ser más competitivo y no utilizarlo?

Si las organizaciones avanzan es porque las personas que deciden, deciden. No confundir la aversión al riesgo o la prudencia con la parálisis por el análisis es vital para el progreso de las empresas. Tener un motor gripado es malo, pero un conductor que no sabe meter cuarta, es peor.

La cuestión, si la valentía puede ser una competencia medible en un grupo, que lo es…entonces, ¿es medible la valentía de una organización? Si es medible, ¿es mejorable?, y si es mejorable , ¿queremos que mejore?


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