En su momento se anunció la reposición completa de la Tetralogía de Wagner para celebrar su bicentenario, pero la falta de presupuesto ha dejado reducida esta celebración a la Valquiria, la más popular de las jornadas y que, por sí sola, tiene la suficiente entidad para ser representada independientemente del ciclo completo.
Este montaje de La Fura tuvo en su momento una repercusión considerable y supuso un hito en la consolidación del Palau de les Arts, situándose en el punto de mira de muchos aficionados tanto a nivel nacional como internacional. El impacto y las gratas sensaciones que me causaron las representaciones a las que pude asistir en años anteriores de este mismo montaje, me acompañaron en aquellos días y tengo que decir que en esta ocasión no me abandonaron en ningún momento. Iba entregado y salí trastocado. Las "circunstancias" pudieron conmigo y la música de Wagner hicieron el resto. Su poder hipnótico y adictivo hizo su efecto y sólo tuve que dejarme llevar...y me dejé.
La pareja de welsungos, Nikolai schukoff (Siegmund) y Heidi Melton (Sieglinde), no tuvieron su mejor momento en el primer acto, la cosa mejoró en los siguientes y consiguieron que mi entrega siguiera intacta.
Stephen Milling con voz rotunda y potente contribuyó a que mi entrega se incrementara. Un plus como Hunding.
Al Wotan de Thomas Johannes Mayer le faltó color en la voz y resistencia fisica, lo que le provocó un cierto agotamiento en su despedida del último acto, pero ese mismo agotamiento hizo que lo sintiera más padre y más humano. Me llegó a conmover...Se apoderaron de mi las "circunstancias".
Elisabeth Kulman estuvo en su papel por voz y visión del personaje; quizás me cautiven más las voces un poco más oscuras para Fricka, pero sin duda me sedujo y mi entrega fue a más.
Jennifer Wilson no deslumbró con sus agudos como lo hizo en los años anteriores, pero con su acercamiento al personaje lo compensó y la sensación es que sigue siendo una Brünnhilde muy estimable. En el último acto ella junto con Wotan hicieron que mi entrega fuera total.
El resto de valquirias, Eugenia Bethrncourt, Bernadette Flaitz, Julia Borchert, Pilar Vázquez, Julia Rutigliano, Patrizaia Scivoletto, Nadine Weissman y Gemma Coma-Alabert, no lograron que la celebre Cabalgata sonara como en otras ocasiones, pero creo que la cosa puede mejorar en las sucesivas funciones. Un mal menor que momentáneamente me hizo salir de mi estado de sumisión. Afortunadamente no tardé en recuperar mi placentera entrega.
La versión de Zubin Mehta fue más acertada en las partes líricas que en las heroicas, lo que yo personalmente y dado mi estado de predisposición agradecí. El abuso de decibelios en determinados momentos me sacudieron un poco, pero él y la orquesta titular, y después de comprobar aliviado que seguía sonando de maravilla, fueron unos de los responsables del cúmulo de sentimientos que me hicieron salir...trastocado.
El sentido del espectáculo de La Fura dels Baus para escenificar esta Valquiria, bajo la dirección de Carlos Padrissa en su momento y que para esta reposición asumió Alex Aguilera, sigue siendo impactante. Es muy eficaz para narrar la historia y no se pierde en demasiadas interpretaciones del texto y las que hay se integran sin distorsionar la comprensión del drama.
Al ser conocedor de lo que iba a ver el aliciente estaba en lo que iba a escuchar y aquí es donde entran en juego "las circunstancias": las que fueron, las que son y sobre todo las que serán. Todo esto hizo que la despedida de Wotan al final de la ópera me llegara de forma especial.
La predisposición a entregarme valió la pena y si salí trastocado fue debido, también, a las malditas "circunstancias".