La vejez es algo inevitable. Si llegamos a ser abuelas debemos asumir que con esa nueva etapa dejamos atrás muchas otras. Nuestra piel no es la misma, nuestra vista se pone borrosa, nuestro pelo se torna blanco, nuestros huesos se resienten, nuestro apetito cambia, nuestra sexualidad se transforma (me niego a decir desaparece), nuestros pudores quizás aumentan ya que la fuerza de gravedad no es solamente un mito, nuestra paciencia se acorta, y así, vamos transformándonos en otra persona pero somos las mismas. ¿O no?
Así que estuve buscando imagenes de abuelitas que a simple vista me motiven y me hagan pensar. Encontré varias y muchas de ellas las vi en un blog muy interesante llamado Advanced Style. Hay unas fotos que pueden ser una exageración o quizás estéticamente feas de plano: ¿¡Cómo se pudo poner eso esa señora a su edad!? Pero eso es lo que más me encanta de estas señoras, ellas se sienten felices y les importa un pepino lo que piense el resto.