Quizá una de las más entretenidas jam session establecidas en Nueva York en la que, desde hace ya veinte años, el sonido electrónico de un teclado se rodea de un coro, que parece haber salido de Eurovision´73, y de una decente orquesta que permite que los autodenominados losersvayan pasando, uno a uno, a interpretar un solo tema del artista homenajeado de la velada. En esta ocasión, Harry Nilsson, un autor al que muchos recordamos tan solo por una par de temas presentes en la memoria colectiva: Without You, que automáticamente asociamos a Mariah Carey y un mágico verano del 93; y aquel Everybody's talkin' que cualquiera que haya visto Cowboy de Medianoche no podrá sacarse de la cabeza con facilidad.
Cuando, al final de la función, la mayoría de ellos vuelve a subir al escenario expresando su orgullo por pertenecer al selecto club de los perdedores, la sesión alcanza su clímax y uno desea que vuele el tiempo para, dentro de dos meses, comprobar qué nuevas versiones de qué reputado artista podrán ofrecer semejante elenco de juglares.
el espectáculo
Como todo en la vida es negociable, The Loser's Lounge puede estar en tu boda, en tu cumpleaños o en tu próxima fiesta de la oficina. Con karaoke, por supuesto. Y con felices perdedores.