Hoy me gustaría hablar de algo poco habitual en cine del oeste, "una secuela" porque “La venganza de Frank James” es una fantástica secuela de “Tierra de audaces”, película que comienza como termina la anterior, y con los mismos actores salvo Tyrone Power (lógicamente porque moría al final de la anterior película), y aunque da la sensación que se rodaron seguidas, no fue así, rodada un año después y movida por el éxito del film previo. Como curiosidad decir que Lang filmó de nuevo la escena de la muerte de Jesse James, a pesar de que ya había sido rodada en la película predecesora.
El argumento es muy simple, cuando los periódicos publican la noticia del asesinato de Jesse James (Tyrone Power), su hermano Frank (Henry Fonda), que desde hace años vive con una identidad falsa, decide abandonar su pacífica vida de granjero para vengar su muerte.
El cambio de director tampoco le vino nada mal, porque estamos hablando del gran Fritz Lang, en su primera película americana, y en su primer western de los tres que dirigió, un año después dirigiría “Espíritu de conquista” (1941) y por último una década después realizaría un western clásico como la “Encubridora” (1952) con una espectacular Marlene Dietrich. Lang dirige una película sobre algo tan típico de cultura norteamericana (la cual tanto admiraba) como es el western.
Otra curiosidad es que “La venganza de Frank James” fue la primera película que dirigió Lang en color, porque este film tiene una preciosa fotografía de George Barnes en un glorioso Technicolor, el cual que también firmaba la fotografía de la película predecesora.
Lo que le hace a esta secuela tan especial es el protagonismo de Henry Fonda, el cual me parece mucho mejor actor que Tyrone Power (que interpretaba a su hermano en la primera parte), Fonda es el cine en estado puro, sus gestos, su mirada, su presencia e incluso como caminaba. Aquí interpreta a un bandido servicial, amable, calculador, estratega y sobre todo un caballero, de los que no quedan. Por cierto Lang ya sabía del potencial de Fonda, porque ya le había dirigido anteriormente en "Solo se vive una vez" (1937).
El reparto de esta película es fantástico, Henry Fonda, está muy bien acompañado por Henry Hull (Comandante Rufus Coob) en un simpático papel como abogado defensor y dueño del periódico local y John Carradine (Bob Ford) como engreído, fanfarrón y cobarde asesino, todos ellos repiten de la primera película. Y añadir el descubrimiento de una joven muy hermosa en uno de sus primeros papeles en el cine, estoy hablando de Gene Tierney, aquí en un papel pelín cursi, pero vemos que desde sus primeras películas la cámara le quería, y lo hermosa que sale con su sombrero de flores, una actriz que me encanta, y aunque el papel no estuviese a su altura, siempre es un verdadero placer disfrutar su hermosura paseándose por el oeste.
John Carradine interpreta tan convincentemente al cobarde Bob Ford, que hasta el final de la película me da la sensación que Frank James le mata sin dispararle, parece que muere de miedo.
En las primeras películas del oeste, los buenos eran muy buenos y los malos eran muy malos, personajes sin fisuras e íntegros, siempre se rodaba sin apenas escenas de amor y las que había eran muy recatadas y cursis, por ejemplo los dos protagonistas enamorados el uno del otro, se despiden en lugar de con un beso, con un simple saludo con las manos.
El mérito de Fritz Lang es que coge un guión bastante plano, que en sus manos le extrae todo el jugo que puede, aquí “el leitmotiv” de la película es una simple historia de venganza. Pero lo bien que se encuentra rodadas las escenas del juicio, y la simpática defensa que realiza un esplendido Henry Hull como abogado defensor a su detenido Henry Fonda. Y un tema muy recurrente en la filmografia de Lang el concepto de la justicia que repetiría en muchas de sus películas.
Espectacular la secuencia del duelo de Henry Fonda contra los dos hermanos Ford en unas hermosas montañas, y la mirada de Fonda cuando uno de los dos hermanos cae al acantilado. Como se encuentra rodada las cabalgadas a caballo, a través de los preciosos paisajes naturales, en los cuales se encuentra rodada (Montañas Rocosas. Colorado).
Así si queréis ver como continua la historia de los hermanos James, no os perdáis la estupenda secuela dirigida ni más menos que por el gran Fritz Lang.