En el 2004, debido a la fuerte personalidad de Letizia, esta impuso entonces ejecer el control total de la prensa española, ya se creía ella misma ser la "mejor periodista del siglo XXI", parte de la estrategia realizada por la Casa Real para edificar un pasado limpio, exitoso y perfecto inexistente de Letizia, puesto en marcha mucho antes que se anunciara el pedido de mano en noviembre de 2003. Letizia ganó miles de conflictos entre ella y Felipe y entre ella y los otros miembros de la familia real, obteniendo así el control total de la prensa de todo lo relacionado con el tema de la Casa Real, lo cual ha venido manipulando desde entonces, es por ello que hoy cuaquier publicación sobre la familia real española debe ser examinada y aprobada por la Casa Real, para lo que Letizia cuenta con varias decenas de personas que trabajan en ello. La relación de Letizia con el Rey Juan Carlos nunca fue positiva, el Rey la aceptó porque el Príncipe Felipe estaba dispuesto a renunciar al trono español si no le era aceptada su prometida Letizia, algo que preocupó al Rey, además, Felipe siempre fue el hijo mimado y predilecto de la Reina Sofia, logrando también que esta se colocara de su lado, realmente a la Reina Sofia poco le interesaba en ese entonces la sucesión de Felipe al trono, ella prefería verlo felizmente casado, y como griega que es, siempre estaba en primer lugar los sentimientos de su hijo antes que la misma monarquía española, además su matrimonio con el Rey Juan Carlos había terminado muchos años atrás, simplemente se mostraban como pareja en actos protocolarios e institucionales, la Reina terminó por aceptar a Letizia pero desconocía el pasado de esta ya que la Casa Real ya había limpiado en todo lo posible, el pasado oscuro de la futura princesa . La vida de Felipe cambió aun más al nacer sus hijas y esto era aprovechado por Letizia para manipular a su marido, ella iniciaba entonces su total aislamiento de sus cuñadas, las Infantas Elena y Cristina, ellas ya estaban comenzando a conocer a la verdadera Letizia.
Desde el 2004 los problemas de adicción a drogas, la anorexia y el alcoholismo se evidenciaron en Letizia, esto se sumaba al temperamento histérico y dominante de la Princesa, por lo que los conflictos con sus cuñadas comenzaron, con Elena era más fácil el manejo para Letizia porque ella tiene un temperamento más docil, pero el problema se centró en Cristina: aunque La infanta y su marido Iñaki Urdangarín le apoyaron sus encuentros ocultos al publico en Barcelona, fueron también ellos quienes por afecto y cariño para con Felipe le recomendaban estar aleta con la condición psicológica y adictiva de Letizia, en junio del 2004, estando en Grecia para los juegos olímpicos, Iñaki trató de ayudar a Letizia quien estaba en un yate y notó que ella estaba totalmente "ida", la apartó de las otras personas sutilmente y le retiró de su mano una copa conduciéndola a un lugar apartado, seguramente algo que Letizia jamás olvidó y desde ese entonces viene el odio enfermizo contra Urdangarín y la Infanta Cristina.
La infanta Cristina se ha mudado a Suiza, hace presencia en actos familiares, así lo hizo en el aniversario 50 del fallecimiento del Rey Pablo de Grecia, cuando junto a su madre y hermanos participó en Atenas el pasado mes de marzo de la conmemoración, pero fue obligada a permanecer a metros del Rey Felipe y la reina Letizia, lo mismo sucedió en el funeral de estado de Kardam de Bulgaria, ella asistió y permaneció aislada junto con su hermana Elena y alguno de sus primos, Letizia se ha encargado de que se mantenga la presencia de la Infanta aislada de la pareja real, pero lo más contundente es que la Infanta sea obligada a su status de Alteza Real o Infanta de España ya que lo tiene por derecho al ser la hija del Rey Juan Carlos I de España, algo que solamente Cristina podría hacer.
Letizia ha colocado a la Infanta Cristina y a su familia en un lugar muy distante de la Familia Real, tanto la Infanta como sus hijos no participan en celebraciones familiares tal como lo sucedió en la primera comunión de la princesa Leonor en días pasados, el Rey Juan Carlos tampoco acompañó a Irene Urdangarín en su primera comunión, pero si lo hicieron la Reina Sofia y la Infanta Elena.
Ayer el Rey Felipe VI ha cerrado la "condena" que la Casa Real ha sentenciado sobre la Infanta Cristina, iniciada con el total aislamiento tanto de ella como de sus hijos, con los artículos creados por Letizia a la prensa donde ratifica que Urdangarín es su peor enemigo, y ahora, como estocada final y como guillotina, es el mismo Rey quien retira el título nobiliario a Cristina, su hermana.... para quizás demostrar que El está por encima de el caso Noos o quizás para complacer a su consorte reina, y aún sabiendo que el juicio por el Caso Noos ni siquiera ha comenzado, es quizás mucho más importante lograr al precio que sea una aceptación del pueblo del estrenado Rey y de su consorte que pretende subir en las encuestas asumiendo el equivoco papel de estrella de cine, de modelo o se mujer fatal, algo muy distante de representar la condición que ocupa hoy Letizia.
Condenaron a la Infanta Cristina y con ella a sus pequeños hijos, no les permiten a las hijas de los reyes la compañía de sus primos, los desterraron, sin olvidar que lo más probable es que la Infanta Cristina nunca hubiese sabido lo que estaba realizando su esposo Iñaki en sus empresas, ella como hija de los Reyes de España nació en noble cuna y disfrutó de todos los privilegios por ello, jamás conoció el real valor del dinero porque siempre lo tuvo, fue un miembro ejemplar de la familia real, muy apreciada por el pueblo y por los miembros de la nobleza europea, ha sido buena hija, madre, esposa y hermana, por ello no se explica que ella tuviera una participación activa en los hechos que se investigan contra su esposo Iñaki Urdangarín.
Cursó sus estudios secundarios en el colegio Santa María del Camino de Madrid y desde 1984 estudió Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, en la que obtuvo la licenciatura en 1989.
En 1990 realizó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York y, a partir de 1991, un período de prácticas en la sede de la Unesco en París.
En 1981, en la base aérea de Torrejón de Ardoz, Madrid, entregó una bandera nacional al mando de combate del Ejército del Aire y leyó su primera alocución pública.
Al cumplir la mayoría de edad (13 de junio de 1983) el rey Juan Carlos le impuso la Banda de Dama de la Real Orden de Isabel la Católica, lo que significaba su plena incorporación a los actos oficiales de la familia real española. Ya en 1977 fue nombrada madrina de una corbeta de la Armada española que lleva su nombre.
El 22 de abril de 1984 presidió en el Senado de España los actos del "Día Iberoamericano" y en mayo de ese mismo año entregó los premios del concurso que lleva su nombre.
El 18 de abril de 1986 presidió el acto de entrega de los premios Castilla y León-1985, que se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid. También ha intervenido en numerosos actos benéficos. El 1 de noviembre de 1987 presidió en nombre de los Reyes, la inauguración en Madrid de la IV Conferencia Europea de Oncología Clínica y el 3 de diciembre del mismo año clausuró en la Escuela Diplomática el curso "La monarquía española en la historia de las relaciones internacionales"
En junio de 1989 finalizó sus estudios de Ciencias Políticas, con lo que se convertía en la primera mujer de la Casa Real española que obtiene un título universitario superior. Ennoviembre del mismo año, en un acto académico en el Paraninfo de la Universidad Complutense, su padre el rey Juan Carlos I, le entregó el diploma de licenciatura. Desde entonces, la Infanta Doña Cristina preside anualmente el acto académico de graduación en la citada universidad.
El 8 de agosto de 1989 la Infanta Cristina preside la botadura de la réplica de La Pinta en Isla Cristina, una de las carabelas protagonistas del Descubrimiento de América.
En 1990 se trasladó a Nueva York, Estados Unidos, para realizar un máster en Relaciones Internacionales. En 1991 comenzó a trabajar en la Unesco en su sede central de París, con una beca de formación durante seis meses a partir de febrero, por la que se le abonaba la cantidad simbólica de un dólar al mes. Realizó sus tareas en el sector de Ciencias Sociales y Humanas.
El 17 de noviembre de 1991 fue nombrada hija adoptiva de Arjona (Jaén) al cumplirse el primer centenario de la concesión a la localidad del título de ciudad por su bisabuela la reina Maria Cristina.2
En junio de 1992 fue galardonada con el Premio Maison de la France-Dialogo 'por el interés que ha mostrado por conocer Francia', distinción entregada por el ministro de Turismo francés, Jean-Michel Baylet.
En abril de 1993, participó en la undécima reunión de comisiones nacionales europeas de la UNESCO que se celebró en Viena. En enero de 1995 realizó una visita a México, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica para conocer los proyectos de desarrollo del BID y del Gobierno español en esos países.
Desde el 8 de octubre de 1993, trabaja en Barcelona en La Caixa, primero en el departamento de programas culturales de la Fundación La Caixa, donde se encargaba de organizar exposiciones. En esta ocasión también se incorporó como adjunta de Luis Ramallo. En 1998 abandonó este puesto y se convirtió en coordinadora de programas de cooperación internacional para el Tercer Mundo en la citada Fundación.
El 8 de marzo de 2001 la Infanta Cristina aceptó la presidencia de honor de la Fundación ANAR (Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo).
En octubre de 2001 la infanta Cristina fue nombrada embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, que se celebró en Madrid entre el 8 y el 12 abril de 2002, cuya inauguración presidió junto al secretario general de la ONU, Kofi Annan, y al presidente del gobierno español, José María Aznar. Preside también la Fundación Internacional de Vela para Discapacitados, IFDS. Participa personalmente en los cursos de vela adaptada para personas con minusvalías. Presta además apoyo a otras entidades de carácter asistencial.