Estas caídas se prolongan en el sector desde el comienzo del nuevo siglo, justo después de que 2001 se cerrara con la cifra récord de 626 millones. Así las cosas, desde aquel año hay una disminución acumulada en la facturación del 80,9 por ciento.
El importe total del mercado físico se queda en 71,7 millones de euros, un 22,8 por ciento menos que en 2012 (92,8 millones), continuando con su trayectoria descendente de la última década.
Para los Productores de Música de España (Promusicae), entidad que aporta estos datos, la "sorpresa desagradable" está en el mercado digital, donde el despegue de los últimos años "se trunca y las cifras son casi idénticas a las del año previo". Como consecuencia, el mercado digital se queda en cifras prácticamente iguales: 48,3 millones entonces y 48,1 millones ahora (un 0,35 por ciento menos).
Analizando las ventas por soportes, del formato mayoritario (el CD) se vendieron 9,5 millones de unidades en total, un 16,6 por ciento menos que en la temporada anterior (11,4 millones). Y el renovado auge del vinilo en los sectores más melómanos se queda en cifras más bien testimoniales: unos 140.000 LP vendidos a lo largo de todo el año, un tímido repunte (3,7 por ciento) frente a los 135.000 de la temporada anterior.
Respecto del mercado digital, la evolución positiva de los últimos años también se trunca en 2013. Los servicios de streaming por suscripciones (escuchar música online sin necesidad de descarga, a cambio del pago de un importe mensual), como Spotify, Deezer o Napster, continúan afianzándose y ya suponen un desembolso anual de 20,3 millones, un 9,4 por ciento más que las cifras de 2012.
Por el contrario, todas las demás modalidades de negocio digital descienden en facturación: las descargas de álbumes o canciones (a través de iTunes, por ejemplo) disminuyen un 9,5 por ciento, los tonos y demás productos para móviles acumulan un nuevo descenso del 17,8 por ciento y hasta el streaming financiado por publicidad (las modalidades gratuitas de servicios como Spotify, Deezer, YouTube o VEVO) cae casi 4 puntos porcentuales.
Como consecuencia de la evolución dispar de los distintos modelos de negocio, las suscripciones suponen ya un 42 por ciento de la facturación digital del sector. Teniendo en cuenta también los ingresos de las modalidades gratuitas de streaming, se observa que esta forma de acceso a la música sin descarga supone ya un 65 por ciento de los ingresos.