Dos importantes bajas tenía el Real Madrid debido a las lesiones de Angel Di María y Karim Benzema, pero no se hizo demasiado problema. Con grandes actuaciones de Gonzalo Higuaín y Kaká, sus reemplazantes, aplastó 5-0 a un Espanyol que no opuso resistencia y mantuvo la diferencia de 10 puntos sobre el Barcelona, para seguir a paso firme en su sueño de obtener su primer título liguero desde el 2008.
No hubo equivalencias en ningún momento. Desde el primer minuto, el conjunto dirigido por José Mourinho fue amo y señor del partido, monopolizando la pelota y regulando el ritmo del juego a su antojo, hasta que a los 24 minutos Cristiano Ronaldo fue el encargado de abrir el marcador. Con esa conquista, el portugués alcanzó los 30 goles en el torneo, dos más que Lionel Messi, aunque cabe aclarar que 10 de esos 30 fueron de penal mientras que el rosarino sólo anotó 2 por dicha vía.
El equipo visitante pateó por primera vez al arco a los 37 minutos, cuando Casillas resolvió bien ante un disparo de Coutinho. ¿Cómo respondió el Madrid? En la jugada siguiente, después de una vistosa combinación de toques, el alemán Khedira decretó el segundo gol (golazo) y sentenció el duelo.
El segundo tiempo estuvo prácticamente de más. Apenas sirvió para que el conjunto merengue se luciera ante su gente, para que Gonzalo Higuaín se sacara la mufa con un doblete (no la metía desde enero) y para que Kaká se prendiera también en la goleada.
Falta mucho, es cierto, y no se puede dar por terminada la Liga si los que vienen atrás son los muchachos de Guardiola, vigentes tricampeones. Pero los números del equipo blanco asustan: 22 victorias en 25 encuentros y 85 goles a favor contra sólo 21 recibidos. Más escalofriantes son las cifras en el Bernabeu, donde ganó 12 de 13 (sólo sucumbió ante Barcelona) y consiguió 54 anotaciones, más de 4 de promedio por presentación.
Y eso que a veces no juegan todos los titulares…