La verdad de esa soledad

Publicado el 02 mayo 2019 por Carlosgu82

Si ya han escuchado este título y además son abiertamente enemigos de las matemáticas es muy probable que imaginen una tediosa historia sobre números y los espacios que hay entre ellos; si, por el contrario, son ustedes de esa clase de personas a quiénes las matemáticas no les quitan el sueño, es probable que se hayan emocionado al pensar que en esta novela se habla extensamente de la maravillosa serie de números primos, de la cualidades que estos poseen, es probable que se hayan imaginado  un emocionante relato sobre la infinita cantidad de números que hay entre un número primo y otro, por mi parte imaginé que de esta noción surgía la idea de «soledad». 

Tal vez alguna de estas sea la primera impresión que da el título, pero cómo dice aquella frase «no puedes juzgar a un libro por su portada».

Uno de mis rituales a la hora de tener un libro nuevo en las manos es leer la contracubierta, para mí es una sencilla manera de adentrarme en la historia sin adelantar lo que me espera; con este libro no fue la excepción a pesar de que había recibido ya varios adelantos y recomendaciones, la primera vez que lo tuve en las manos, incluso antes de retirar la protección plástica, me di a la tarea de leer; debo confesar que en este primer vistazo no encontré lo que esperaba, pero supuse que una terminología meramente matemática no resultaría muy atractiva a todas las personas y que por eso habían optado por un lenguaje más enfocado en la historia “amorosa” que se ocultaba tras el título. 

Este libro llegó a mí en forma de un regalo de cumpleaños a inicios de noviembre, cuando lo abrí espere con paciencia que el lenguaje matemático y las múltiples analogías y referencias aparecieran, estaba segura que cada línea que leía me acercaba más a los argumentos que se me había prometido que encontraría (un maestro en Ciencias Matemáticas fue el primero en recomendarlo, después una estudiante de él y ambos dijeron que el texto estaba cargado de referencias matemáticas).

Aceleré mi lectura luego de los primeros clímax de la historia, leí con más anhelo, disfruté durante la primera mitad de la novela las consecuencias de las tragedias por las que los protagonistas se culpaban, finalmente eran solo un par de adolescentes con problemas de autoestima cuyas vidas se encontraron en el monto cumbre de sus culpas y autoresentimientos, ella creía que eran complementos y él no tenía ninguna intención de involucrarse emocionalmente con nadie, ni siquiera con él mismo

Terminé de leer el libro un par de semanas más tarde, y ansiabaencontrar todas esas referencias matemáticas que me fueron prometidas, en lugar de eso solo encontré algunos comentarios sobre la forma geométrica de ciertos edificios o la analogía entre las cosas que siempre obligaban a la pareja a estar separados, con la realidad matemática de que entre dos números primos gemelos siempre existe un número par entre ellos; todo esto me lleva a suponer que la idea errónea que tenía al iniciar mi lectura se debía a la influencia de que el protagonista había obtenido el doctorado en matemáticas luego de haber completado una demostración sobre la función zeta de Riemann; este tema, junto con los números primos gemelos, son poco conocidos en el mundo exento de las matemáticas formales y supongo que aquellas personas que me refirieron el libro se dejaron llevar por ese engañoso detalle. 

A pesar de la maraña de confusiones que acabo de exponer, recomiendo esta novela, es una apuesta por algo diferente, un romance”, una amistad que no termina como todas las historias que acostumbramos, un gran acierto por parte de su autor, el italiano Paolo Giordano, quien además estudió físicaotro detalle que se presta a suposiciones