Jane Harris.
Por lo demás, La verdad de la señorita Harriet está escrita con un lenguaje sencillo, el texto resulta muy ameno y a pesar de su extensión se lee con rapidez. En definitiva, es lo que considero una buena novela comercial: una historia entretenida y fácil de leer, de ritmo trepidante y con giros argumentales bien llevados. No pretende dejar una huella en el lector; simplemente le ofrece un divertimento del bueno, algo que en ciertas rachas lectoras se agradece mucho. Sin duda, le puedo aplicar aquello de «me atrapó de principio a fin» con total convencimiento.En definitiva, La verdad de la señorita Harriet lo tiene todo para proporcionar unas cuantas horas de distracción: una trama de intriga emocionante y sorprendente hasta el final, el ambiente de una familia de la época victoriana y una protagonista peculiar que conquista al lector del mismo modo que a los Gillespie. Además, el tono ingenioso y simpático de la narración hace la lectura muy llevadera y le da un toque original a la novela. La recomiendo a todos los que busquéis una lectura evasiva que os absorba desde el comienzo hasta la última página.