Si esta postura es correcta, entonces hacer pasar por verdadero algo que no sabemos con certeza sería mentir.
El matemático y filósofo William K. Clifford defendía la noción de que tenemos una obligación ética de asegurarnos que nuestros conocimientos son realmente ciertos - basados en evidencias. La verdad es una cuestión moral. Porque de lo que nosotros creamos y difundamos como verdad dependerá las decisiones que tomemos, y esas decisiones nos afectan directamente a nosotros y a los demás.
Tampoco estoy hablando del caso de que seamos engañados. Si alguien perpetra un engaño y caemos en la trampa a pesar de nuestras precauciones, entonces no estaríamos mintiendo. Esto es sólo excusable si alguien ha sido precavido. Tomar por verdad automáticamente lo que otros nos digan tal cual es una falta moral.
De este modo, la ética nos obliga a ser escépticos. Ser escéptico no consiste en "no creer en nada". Ser escéptico, desde el punto de vista racional, implica no aceptar como verdadero nada que no tenga claras evidencias a su favor. Ya sean evidencias lógicas y/o empíricas.
Lo correcto no consiste en recopilar datos para sostener nuestros argumentos preconcebidos. Sino que primero debemos acudir a las evidencias y luego y ir deduciendo conclusiones lógicamente coherentes a partir de ellas. No al contrario: sólo dar por buenos los datos que coincidan con nuestro prejuicio.
La veracidad se basa solamente en la consistencia objetiva de las pruebas que se presenten. Quién sea la persona que presente los argumentos no es relevante para determinar si los argumentos que se presentan son verídicos.
El conocimiento se fundamento en los axiomas (la lógica) luego en los los datos o videncias empíricas y, a partir de aquí, surgen racionalmente las creencias (ideas, opiniones). La ciencia es el mejor ejemplo de este proceso. Pero no hay razón por la que no podamos aplicar el mismo método a otros ámbitos de conocimiento, como la ética.
Por tanto, no hay que hacer ningún "acto de fe" para conocer la veracidad. Sólo hay que contrastar los datos y acudir a fuentes paralelas - previas y posteriores - para ver si coinciden los resultados.La ética se basa en la verdad y es una obligación moral procurar que nuestros conocimientos y creencias se fundamenten y orienten hacia la verdad. Esto implica también que debemos atenernos a la verdad sin importar si coincide con nuestras creencias, deseos o preferencias.