Ha llegado el momento en el que cada cual ha de encontrarse consigo, ver si quiere seguir siendo cómo es; responsabilizarse de sus pensamientos, de sus actos, de sus hábitos. Ya no valen palabras bonitas ni idealizaciones de maestros. Menos aún sirven las manipulaciones ni los juicios. La verdad está empeñada en triunfar y todo lo que se aleje de ella y de la belleza, que es lo mismo, se presentará ante nosotros y ante el mundo para volver a recordarnos que ha llegado el momento de que cada cual se encuentre consigo y vea si es quien quiere seguir siendo.