Un op-ed por el Portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el General de Brigada Ronen Manelis en el Wall Street Journal: https://www.wsj.com/articles/the-truth-about-hamas-and-israel-1526841445
Sami Abu Zuhri es el portavoz del grupo extremista Hamás, una organización terrorista islamista internacionalmente reconocida como terrorista y financiada por Irán. Hamás controla Gaza y ha asesinado a innumerables civiles israelíes inocentes ,estadounidenses, brasileños, kenianos, británicos, franceses y chinos. Como Jefe Oficial de Inteligencia, desde 2012 hasta 2014, de la División de las FDI que está situada al lado de Gaza, llegué a conocer a Abu Zuhri y a los portavoces de Hamás desde lejos. Su modus operandi es simple: la mentira. Estas mentiras sostienen el objetivo declarado de Hamás: la deslegitimación y destrucción de Israel.
Durante semanas, los medios internacionales informaron sobre la violencia en la frontera entre Gaza e Israel. Hamás continuó mintiendole al mundo, por lo que sus pocos comentarios verdaderos son muy reveladores. Los portavoces de Hamás se apresuraron a lamentar la muerte de civiles inocentes a la prensa. Pero el líder principal de Hamás, Salah Bardawil, dijo en una entrevista con la estación de televisión Alaqsa de Hamás el 16 de mayo: “En la última ronda de enfrentamientos, de 62 mártires, 50 de ellos eran pertenecientes a Hamás. “Hamás confirmó explícitamente que el 80% de los muertos en sus violentos disturbios del martes eran terroristas conocidos y no civiles inocentes. La Yihad Islámica palestina reclamó que varios de los asesinados eran suyos. El 13 de mayo, Mahmoud Al-Zahhar, cofundador de Hamás, dijo en una entrevista con Al Jazeera, “cuando hablamos de ‘resistencia pacífica’, estamos engañando al público”. Sólo se le puede creer a Hamás cuando admiten sus mentiras.
Los portavoces de Hamás orquestaron una operación de propaganda terrorista muy bien financiada. Detrás de su teatro organizado había un plan que amenazaba a la frontera y a los civiles de Israel. Hamás otorgó transporte gratuito desde la Franja de Gaza a la frontera con Israel a ciudadanos inocentes, incluyendo mujeres y niños. Hamás los contrató como extras, pagando $14 por persona o $100 por familia por asistir y $500 si lograban lesionarse. Hamás obligó a todos sus comandantes y operativos a ir a la frontera vestidos de ciudadanos, cada uno de ellos se desempeñaba como director de un área, como si fuera el encargado de dirigir su propia etapa de la operación.
La audiencia fue la prensa internacional. Hamás le dió a cualquier persona que tenga una cámara acceso de primera fila al espectáculo y Wi-Fi gratis. Las Fuerzas de Defensa de Israel tenían información precisa de que los violentos disturbios estaban enmascarando un plan de infiltración masiva en Israel para llevar a cabo una masacre contra civiles israelíes. Hamás le dió a esta operación un nombre engañoso. La llamaron una “protesta pacífica” y el mundo simplemente lo creyó. No fueron noticias falsas, fue simplemente falso.
La idea de que se trataba de una protesta pacífica es una farsa porque las condiciones básicas necesarias para una protesta en cualquier democracia como Estados Unidos o Israel no existen en Gaza. Bajo el control de Hamás no existe la libertad de expresión como tampoco la libertad de reunión. No hay libertad de religión y no hay libertad de prensa. No puede haber una protesta pacífica en Gaza, sólo reuniones organizadas, sancionadas y financiadas por Hamás.
En varios de los ataques en la frontera durante estas úlimas semanas, Hamás utilizó ametralladoras, cócteles molotov, artefactos explosivos improvisados aerotransportados y granadas Cientos de habitantes de Gaza intentaron hacer estallar o derribar la valla entre Gaza e Israel, con la intención de infiltrarse en nuestro territorio soberano y llegar a israelíes inocentes que viven a pocos minutos de la frontera. El 6 de abril, el mismo líder de Hamás, Yahya Sinwar, declaró: “Bajaremos la frontera [con Israel] y arrancaremos sus corazones de sus cuerpos”. En Facebook, Hamás publicó mapas para sus operativos que muestran las rutas más rápidas desde la frontera con Israel a hogares civiles, escuelas y guarderías cerca de la frontera. ¿Eso no parece violencia?
Enfrentándose al desafío planteado por los terroristas cobardes que se disfrazan entre los civiles, los soldados de las FDI actuaron con gran coraje y moderación, siguiendo estrictas reglas de enfrentamiento para garantizar la mínima pérdida de vidas y daños a los ciudadanos, mientras aún protegían la frontera. Como parte de la operación de propaganda de Hamás, cientos de habitantes de Gaza resultaron heridos esta semana y varias docenas murieron, la mayoría de los cuales eran sus propios operativos. Nada de esta violencia tenía que ocurrir, pero fue la violencia que Hamás instigó y orquestó para que los titulares y las imágenes fueran las mentiras que los voceros de Hamás habían planeado.
Hamás puede mentir- al mundo, a los palestinos y a sus propios comandantes y operativos- pero me enorgullece que las FDI nunca mienten o usen a sus propios civiles o soldados como peones. Algunos de los mejores amigos de Israel podrían haber preferido que nos hubiéramos visto mejor en los medios la semana pasada, pero entre la vanidad y la verdad, las FDI siempre elegirán la verdad. Es esta moralidad la que sostiene a las FDI. Puede que los soldados profesionales en uniforme de las FDI no sean tan fotogénicos en comparación a los terroristas disfrazados de civiles, pero somos honestos respecto a lo que somos y decimos. Como Portavoz de las FDI, si no puedo encontrar fuentes y citar el material, no permitiré que se publique. No revelaré ninguna declaración si hay dudas sobre algún hecho.
Algunos en los medios ayudaron a Hamás al elegir publicar sus mentiras en lugar de los hechos. Hamás logró una cobertura mediática negativa sobre Israel después de su primer disturbio violento el 30 de marzo, el primer día de esta operación de propaganda. Hamas podría haber reclamado una victoria propagandística, detenido la violencia y evitado muchas muertes. Pero para Hamás, una mentira es más importante que una vida.
Si para ganar la guerra de propaganda internacional necesito mentir como Hamás, entonces prefiero decir la verdad y perder. Las FDI ganarán donde importa, protegiendo a nuestros civiles contra el terror. Los soldados de las FDI ganaron esta semana al mantener a las familias israelíes cerca de la frontera con Gaza a salvo y al impedir que Hamás cumpla sus objetivos.
Y más allá que la mentira, la verdadera diferencia entre el Sr. Sami Abu Zuhri y yo es que él se va a dormir todas las noches y desea la destrucción de mi país y la muerte de mis hijos, mientras que yo me voy a dormir por la noche y deseo una vida mejor tanto para mis hijos como para los suyos. Y esa es la verdad.