La sal es el condimento por excelencia. En una cocina pueden faltar muchas cosas, menos la sal. Es la que resalta el sabor de los alimentos y puede marcar la diferencia entre una sala sosa y algo de otro mundo.
Sin embargo, es delicada de utilizar, puesto que la comemos sin tener ningún tipo de medidas. Según Nutrición Sin Más, los frutos secos son un alimento rico en proteínas y grasas saludables, pero gracias a la gran cantidad de sal que pueden tener, se convierten un tanto perjudiciales para nuestra salud, y esto sucede con muchas otras comidas que ingerimos sin tener conciencia de la verdad oculta en ellos.
Lo cierto es que los estudios parecen tener resultados un poco contradictorios. Se cree que el alto consumo de sal puede contribuir a padecer de alta presión sanguínea, y que puede estar aumentando el riesgo en los niños de sufrir de ataques cardíacos. Sin embargo, otros estudios afirman que ingerir menos cantidad de sal no ayuda a disminuir la presión sanguínea. ¿A quién debemos creer?
Por suerte, dos nuevos estudios de cosmonautas rusos parecen poner los puntos sobre las íes. Esta investigación fue publicada por el New York Times, y ahí se afirma que puede que la sal no nos haga sentir más sedientos, lo cual se ha creído desde hace tiempo, sino hambrientos. Una investigación más avanzada determinó que ratones quemaban más calorías y comían más cuando consumían una cantidad de sal mayor.
Otros estudios apuntan a que el consumo de alimentos con altas cantidades de sodio puede provocar migrañas (https://nutricionsinmas.com/9-alimentos-y-bebidas-comunes-que-pueden-provocar-migrana/).
Hasta ahora, todo había apuntado a que la información era escasa y controversial, y que las personas no sabían interpretarla. Por ejemplo, cuando vemos el contenido de sodio en un empaque de patatas u otro alimento, no sabemos si es mucho, poco o cuáles son sus consecuencias.
La mayor parte de nuestro consumo de sal proviene de alimentos procesados, empaquetados o comidas de restaurantes, las cuales contienen altos niveles de sodio. La cantidad recomendada de ingesta de sal es de 2400 miligramos al día, aunque la mayoría de las personas consumen mucho más que eso, y sin siquiera saberlo.
La sal es necesaria para el organismo, pues es un electrolito importante. Nuestros cuerpos solo necesitan unos 1500 miligramos diarios, así que 2400 es más bien generoso.
Las personas con alta presión sanguínea deberían disminuir su consumo de sal, mientras aquellos que son atletas y tienen mayor quema de calorías y sudor, quizás necesitan consumir un poco más.
Lo más recomendable es vigilar el consumo de sal, puesto que normalmente la ingerimos sin ningún tipo de filtros, lo cual no es nada saludable para nuestro cuerpo. Aquí te dejamos algunos tips para reducir tu ingesta de sal:
1.Revisa las etiquetas de tus alimentos
Siempre elige las opciones que sean bajas en sodio. La sal no está solo en los alimentos salados, sino en muchas bebidas como las saborizadas, las cuales tienen un alto contenido de este mineral.
Lleva cuentas mentales de tu ingesta de sal guiándote por las etiquetas. A medida que lo vayas haciendo, ya será más mecánico y natural.
2.Comer alimentos frescos
Para nadie es un secreto que los alimentos envasados tienen altos niveles de sodio, para ayudar a su conservación. Opta por los alimentos frescos, pues por lo general no contienen nada y tú mismo puedes controlar cuánta sal le agregas, si es que lo vas a hacer.
3.Elige otros condimentos
Buscar formas alternativas de sazonar nuestra comida ayuda mucho a reducir el consumo de sal. Existen muchas hierbas, especias y otros que darán un sabor increíble a nuestra comida, tanto que ni siquiera le hará falta la sal.
4.Prefiere la sal marina
Esta tiene unos cuantos beneficios. En primer lugar, es más saludable debido a que es menos refinada que la sal común. También, como su sabor es más fuerte, hace que necesitemos menos cantidad en nuestra comida.
5.Personaliza tu plato cuando comas fuera
Este consejo es muy fácil de seguir. Puedes pedir que preparen tu comida con menos sal, así como si vas a comer algo con salsa (como pasta o ensalada) pide que te la sirvan por separado, así puedes decidir exactamente cuánto quieres en tu comida y evitar ingerir de más.
Recuerda estos sencillos consejos y no te preocupes más nunca por tu consumo de sodio.