Castillo de Lohr
La relación entre María Sophia y su madrasta nunca fue fácil debido al carácter de la nueva esposa de su marido, que contrastaba con la fama de bondadosa y generosa que tenía la pequeña entre las gentes de Lohr a los que ayudaba siempre que podía. María Sophía tuvo que convivir sola con su nueva familia debido a que su padre se ausentaba mucho del castillo familiar. Una niña de cuento Poco después de morir María Sophia, su fama de bondad llegó a oídos de Jacob y Wilhelm Grimm quienes imaginaron a Blancanieves. En el cuento, no sólo María Sophia estaba sacada de la realidad, también el famoso espejo mágico, propiedad de la familia y que, por su forma producía un efecto de reverberación de la voz cuando se hablada delante de él. Respecto a los enanos, podrían haber sido inspirados por los mineros que trabajaron en las minas de Bieber y que podrían haber sido niños. Aunque otros historiadores ven a Blancanieves en otros personajes históricos, es probable que María Sophia inspirara a los hermanos Grimm y aunque no fuera así, lo cierto es que la pequeña existió y vivió de verdad en el precioso castillo alemán de Lohr.