Todavía estoy esperando a que salga esa foto inédita en la que esté Cher vestida de Bob Mackie, Dolly Parton a punto de estallarle las costuras del vestido o Lee Radziwill vestida de cuero o de Carolina Herrera ( según tenga el día) porque la gala de este año del Met, dedicada a la mujer americana no ha reflejado la intención en la alfombra roja por ningún lado.
¿¿¿Tamara Mellon y Usher???
Salvo algún vestido que recordaba a los que llevan las adolescentes a las “proms” del instituto , el intento de Zac Posen de que Doutzen Kroes se pareciera a Grace Kelly en Atrapa a un Ladrón cuando la pobre , pese a ser guapísima, nunca se podrá quitar ese aire de tirolesa de La lechera de encima o el Halston de Sarah Jessica Parker que recordaba a la época glam de los 70 y a algún que otro editorial de Norman Parkinson, nada indicaba el enfoque principal de la fiesta de este año.
Si, muy americano es el minimalismo de Calvin Klein que bien se encarga Francisco Costa de que siga siendo relevante años después de su apogeo, pero tal es el aire místico e inmaculado que intenta plasmar en cada celebrity que viste con sus diseños que solo consigue el bostezo. A Diane Kruger se le ha visto el plumero y ha dejado las cartas bien sobre la mesa ( por si alguien lo dudaba) desvelando el gran entramado de esti-LISTAS y asesores que invaden y dominan el mundo que rodea a la imagen de las famosas. De Chanel y Lacroix a Calvin Klein como si nada. Y ella tan digna. Que conste que me suele gustar como va la chica.
Luego están las Marchesas . Tenían que darnos un antídoto antes de ver las alfombras rojas de los eventos para que las que llevasen estos vestidos se hiciesen invisibles, porque en serio, se está volviendo insoportable. Ya he visto en más de una lista a Blake Lively como una de las mejores vestidas algo que no me deja de asombrar .
Gisele se suma a la contribución general para subir el ego de Alexander Wang con este sin sentido que no había por donde coger.
Y luego queda mucho aburrimiento y bizarreríos inéditos como el Rodarte para Gap (¿son necesarias estas cosas?) que llevó Kirsten Dunst. Probablemente ella y la niña de Harry Potter sean lo más coñazo de la noche y del panorama “celebrity -style” de hoy en dia.
No me voy a extender porque ya habéis visto ( y sufrido) esto del Met por todas partes y en mil páginas a estas alturas y además, sinceramente, no tendría nada que decir del 90 % de los estilismos que no fuese un signo de interrogación muy grande. Así me dejan las alfombras rojas a mi últimamente : apática e indiferente.
Menos mal que nos quedan Imán y Naomi.
Por cierto,esta foto de Naomi me da mucho miedo porque da muchos indicios de como será a los 50 si continúa rellenándose los pómulos e infliltrándose los labios. Aún así, que bellezón.