Por otra parte y algo más adelante en la historia, al final de la Segunda Guerra Mundial, luego de un conflicto en el que estuvieron involucradas la mayoría de las naciones del mundo, por el lado europeo y luego del suicidio de Adolfo Hitler, quedó en manos del General Alemán Alfred Jodl firmar la capitulación incondicional de Alemania el 7 de mayo de 1945.En cuanto al fin de la guerra en el pacífico, dónde libraban cruentas batallas los Estados Unidos contra el Imperio del Japón, luego del lanzamiento de las Bombas atómicas, no correspondió al emperador Hirohito o a algún Jefe Militar asumir la vergüenza de la derrota, el desagradable honor, le tocó al ministro japonés de asuntos exteriores, Mamoru Shigemitsu, quién a bordo del acorazado estadounidense USS Missouri, firmó el acta de rendición de las fuerzas del Japón el 2 de septiembre de 1945.A lo que deseo referirme con el breve recorrido histórico, es que sin duda alguna, en nuestro país algo similar va a suceder y será alguien del aterrado y otrora “poderoso” gobierno revolucionario, a quien le tocará el honor de asumir la vergüenza de haber sido derrotados por un pueblo que se cansó de ser abusado, maltratado y burlado, sobre todo, porque teniendo todo a su favor para hacerlo al menos medianamente bien, el gobierno despilfarró, robó y destruyo todo a su paso.Teniendo oportunidades gigantescas, el mal gobierno también destruyo un entramado económico, político y socio cultural, sin percatarse de que las cosas no son para siempre, que ese mismo pueblo al que se le ofrecieron y aún le ofrecen dádivas, ya no cree en nada, por el contrario, está pasando la factura y alguien la va a tener que pagar, así de simple y sencillo.Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68 / @pjcontrolelecto
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