En 1987, Eddie y Mitch, dos jóvenes punkys del Midwest se mudaban a un apartamento ubicado en el distrito Lower Haight de San Francisco. A través de las endebles paredes de papel de su nuevo hogar, fueron informalmente presentados a sus alcohólicos vecinos de mediana edad. Unos estrambóticos e inclasificables compañeros de piso. Por un lado, un desbocado homófobo llamado Raymon Huffman, por otro el otro, un flamboyante gay llamado Peter Haskett. Noche tras noche, nuestros entrañables punkys eran sometidos a interminables y violentas disputas orales bañadas en vodka que duraron ni más ni menos que 18 largos meses. En vez de quejarse, ambos revirtieron inteligentemente la situación para dedicarse a grabar todas y cada una de las disputas verbales acaecidas en el piso contiguo. Un micrófono situado en la ventana de su cocina resultó más que suficiente para constatar la bizarra y violenta relación entre sus insanos vecinos ¿Resultado? "Shut Up Little Man! An Audio Misadventure" o lo que es lo mismo, la versión punky-underground de "The Wire."
Sus escuchas relanzaron el mercado underground de las grabaciones inspirando un curioso club de fans que direon pie a varios CD's, ilustraciones de cómic a cargo de Dan Clowes (responsable, entre otras joyas, de "Ghost World"), obras de teatro, música al más puro estilo Devo y una frenética repercusión hollywoodiense. ¿Su último logro? El inclasificable (y excelente a juzgar por sus primeras críticas) documental "Shut Up Little Man! An Audio Misadventure."
Cabe advertir que si no crees que dos adultos beligerantes enzardados en una contínua y abrasiva discusión es hilarante, el film de Matthew Bate, te aburrirá ya que la locura de audio-verité que supuso “Shut Up Lil Man” se erige en una celebrada carta de amor auditiva que cualquiera que nunca pueda encoentrar fascinantes unos clips de audio, quedará fuera de juego durante los 90 minutos que dura este curioso documental.
En cambio, quiénes queden prendados por la disputa y las grabaciones, sucumbirán ante el furioso y despiadado aluvión de insultos que los borrachos pre-Youtube cult celebrities Raymond Huffman y Peter Hasketts intercambian diariamente . A la vez que dichas grabaciones proporcionan una inolvidable experiencia, el director Matthew Bate nos presenta a la pareja descubridora de Ray y Peter para que nos guíen por esta enfermiza y violenta locura oral diseccionándonos las ambiguedades morales asociadas a estas preciadas escuchas. Unas grabaciones que dificilmente podremos escuchar en nuestras salas a no ser que podamos hacerlo en un joven y arriesgado certamen como puede ser el caso del FicXixón. De momento, la escucha está al alcance de los profesionales del medio en FestivalScope. Para que mos hagáis a la idea, os dejamos con un significativo clip.