La victoria electoral de Sánchez, la pesadilla desesperada de la España digna y decente

Publicado el 02 diciembre 2022 por Franky
Cada día somos más los españoles que sentimos miedo y escalofríos ante el futuro que le espera a España si Pedro Sánchez gana las próximas elecciones y gobierna cuatro años más. Es el tiempo que necesita para terminar de asesinar la democracia y convertir España en un país de esclavos sometidos a tiranos marxistas y a corruptos golpistas e independentistas catalanes y vacos. Muchos españoles demócratas estamos al borde de la desesperación porque Sánchez, ante la angustiosa debilidad del PP y la falta de fuelle en toda la oposición, puede ganar las próximas elecciones con holgura, ayudado corruptamente por el programa informático de Indra y sus funcionarios de Correos. La sensación es que todo está controlado y que los barones y la vieja guarda socialista lo saben y le apoyan por eso. --- La España del presente admite un análisis pesimista que llena de angustia y luto a millones de españoles que aman la democracia, los valores y la decencia. Ese análisis es como un vaticinio infernal que dice que Sánchez ganará las próximas elecciones con holgura, ayudado por los resortes corrompidos que él ya controla, como la informática electoral y el servicio de Correos. Pero los factores decisivos en la contienda no son esos sino la debilidad del PP, incapaz de utilizar en beneficio propio los abusos, mentiras y barbaridades del sanchismo, que navega impune por la inmundicia que su acción de gobierno desprende e inunda la nación.

El Sánchez del presente es una bestia depredadora sin nada que ver con el Sánchez de 2014 que, tras ganar las primarias del PSOE frente a Eduardo Madina, prometió un liderazgo “sensato”.

En España padecemos la tormenta perfecta que mezcla todos los dramas: la perversión dueña del poder, falta de liderazgo en la oposición del PP, estancamiento de VOX por sus propios errores, desaparición de Ciudadanos y cobardía paralizante en las instituciones que deberían haber reaccionado para parar los pies al tirano Sánchez.

El Poder Judicial resiste, pero su encefalograma es cada día más plano. Lo mismo ocurre en las Fuerzas Armadas, que el sanchismo ha castrado eficazmente controlando los ascensos, con la Monarquía a la que ha puesto un bozal, con las universidades, las asociaciones, la cultura y la sociedad civil, compradas o capadas por la actuación de la tiranía sanchista, enemiga de la democracia y la libertad.

Los que odian y quieren destruir España han encontrado en Pedro Sánchez la "bicoca" que soñaban, un enemigo de España situado al frente del gobierno, dispuesto a todo con tal de conservar el poder, un mentiroso sin vergüenza ni dignidad que está haciendo justo lo contrario de lo que prometió a la sociedad españoles, cometiendo con ese engaño una estafa electoral que le deja sin legitimidad.

Sánchez se comporta como un perro fiel que cumple las órdenes de organizaciones tan antidemocráticas y sucias como Podemos, el separatismo y los herederos de ETA.

España está siendo humillada y derrotada a diario por su cobardía, por su incapacidad de frenar la ignominia y el abuso, dejando que avance la pesadilla del totalitarismo, poco a poco, pero de manera demoledora, dinamitando todas y cada una de las defensas éticas, prostituyendo el poder judicial, el uso del dinero público, los fondos europeos, la verdad, la información, las leyes vigentes y los valores.

Los peores ministros imaginables no dimiten y nadie se levanta contra ese abuso. Leyes defensivas del Estado como las que regulan la sedición y la malversación están siendo acuchilladas y nadie lo impide, los enemigos de España reciben favores y concesiones que se les niegan a las autonomías leales y decentes, y un largo etcétera de iniquidades entre las que destacan el control de la información, a través de la compra descarada de medios y voluntades, y la muerte de la verdad, que es un derecho fundamental del pueblo en democracia.

El sanchismo lo está preparando todo para obtener, sin violencia aparente, el poder eterno que siempre ansían los malditos tiranos.

Francisco Rubiales