“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” 1 Pedro 5:8
Mientras permanezca en la tierra, el creyente debe sostener una batalla espiritual. Satanás sabe que el cristiano está del lado del Vencedor Jesucristo, pero hace lo posible para que sea ineficaz o caiga en el campo de batalla.
Su táctica favorita es atacar a los jóvenes creyentes poco firmes. Procura darles una falsa imagen de Dios. No les presenta a un Dios que disciplina a sus hijos con amor, sino a un Dios lejano y exigente que sólo se interesa en ellos con el fin de vigilarlos y castigarlos a todo tropezón o les hace creer que al ser cristiano puede enfrentar solo la tentación.
En ninguna parte de la Biblia dice que el creyente no encontrará luchas, pero sí afirma que de ellas puede salir victorioso. A veces, nuestro Dios Todopoderoso tarda su intervención para hacer de nosotros soldados más experimentados y confiados en la sabiduría de nuestro jefe.
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Santiago 4:7
Cuando comprendemos que la situación supera nuestras débiles capacidades y miramos al Señor mismo, entonces experimentamos el verdadero poder de Dios.
Tal vez en este momento eres objeto de severos ataques por parte de nuestro enemigo. Pero puedes tener confianza y permanecer tranquilo. Cuenta con el Señor; la victoria está muy cerca y allá vamos.
“que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” 2ª Corintios 4:8-9