Ahora entiendo porqué Alice Munro es siempre una seria candidata al “nobel”. Después de leer esta novela, que ya tiene cuarenta anos , he entendido su calidad y su frescura y aún más, me ha hecho cambiar mi criterio sobre las novelas en las que los protagonistas son niños o adolescentes, a las que siempre tuve un cierto rechazo, por malas experiencias anteriores. En esta novela la niña “Del Jordan”, nos va llevando de una manera sencilla y sincera a través del fluir de su vida en una pequeña aldea canadiense. Nos cuenta las miserias de una comunidad en la que los valores tradicionales profundamente arraigados marcan a los vecinos y para poder respirar algo de aire fresco no te queda otra solución que emigrar, lo cual no es fácil cuando todos reman en contra.. Muy buena novela, de la que debemos aprender que el mundo no siempre está a nuestro alcance, aunque vivamos en el primer mundo y que la vida en el interior, en los pueblos y aldeas sigue poco proclive al cambio y apertura.