La vida de Pi

Publicado el 13 diciembre 2012 por José Angel Barrueco

Ang Lee es uno de esos directores capaces de cambiar de género sin que disminuya la calidad del producto y que, además, aportan siempre su sello personal. En su filmografía encontramos el western (Cabalga con el diablo), el drama decimonónico (Sentido y sensibilidad), las artes marciales (Tigre y Dragón), la revisión de un superhéroe de cómic (Hulk), el revival de los 60 y 70 (Destino: Woodstock, La tormenta de hielo), la comedia (El banquete de boda) o el drama romántico (Brokeback Mountain, Deseo, peligro). En La vida de Pi manejaba unos elementos singulares y escasos (estamos ante una película que, en su mayor parte, consiste en un muchacho, una barca y un tigre), y sin embargo ha sido capaz de salir victorioso: Lee dota la puesta en escena de un lirismo visual y de una belleza estética próximos a la postal (pero yendo más allá). En muchos momentos, Pi se parece al Náufrago de Tom Hanks y Robert Zemeckis, pero también tiene algo del Sabú de antaño: porque la película, al fin y al cabo, acaba siendo una especie de relato con toque fantástico, y una de las propuestas más originales del año sobre el arte de narrar. Buena película, por tanto, aunque yo prefiero la sencillez visual de Deseo, peligro y de Brokeback Mountain.