La vida de Walter II

Publicado el 04 noviembre 2019 por Carlosgu82

Hola, aquí estoy otra vez. Os dije que os seguiría contando mi historia. Si, soy Walter otra vez. Bueno, el caso es que tengo un hermanito nuevo. Mis humanos han adoptado otro perro. No sé, pero deben tener un corazón muy grande porque a mi también me adoptaron. Mi nuevo hermano se llama Neo. Es apenas un cachorro de 4 meses, aunque ya ha podido comprobar lo malos que pueden ser los humanos con nosotros. Se llama Neo y dicen que es un perro «potencialmente peligroso» o algo así. No sé, yo no lo entiendo muy bien. No creo que los perros seamos peligrosos. Al contrario, los perros existimos para estar con los humanos y hacerles compañía, nunca daño. Si un perro hace daño a un humano sólo puede ser porque él se lo ha hecho antes o porque tengamos mucho miedo. Entonces, nuestro instinto de supervivencia nos lleva a defendernos, pero nunca porque seamos malos o peligrosos.

La verdad que Neo me hace mucha gracia. Con lo pequeño que es y come casi tanto como yo. Y eso que yo soy un mastín. Cuando nuestros humanos nos ponen de comer siempre tengo que estar mirándole de reojo para que no me quite la comida.

Como es un cachorro le encanta jugar (a mi también). Yo procuro tener mucho cuidado y no hacerle daño cuando jugamos, como soy tan grandullón…A los dos nos gusta mucho que nuestros humanos nos tiren la pelota e ir a buscarla para dársela y que nos la tiren otra vez. Puede parecer aburrido pero a nosotros nos encanta. Pero lo que más nos gusta de todo es dormir la siesta juntos en el sofá. Aquí podéis vernos jajaja.

Como veis, somos inseparables. Y además estamos felices con nuestra nueva vida. Espero que estemos así muchos años. Aunque ya sabéis que los perros no vivimos tanto como los humanos. Siempre me he preguntado por qué. Yo creo que es porque queremos tanto a nuestros humanos que, si viviéramos más que ellos, no podríamos soportar verlos partir. Por eso nunca entenderé a los humanos que nos abandonan, No tenéis ni idea cuánto sufrimos cuando nos dejan abandonados. Muchas veces nos quedamos quietos, sin movernos del sitio en el que nos han dejado, esperando a que nuestro humano vuelva. Y podemos estar así días, incluso semanas, sólo esperando. Así que, por favor, nunca, nunca, nunca nos abandonéis. Afortunadamente también hay humanos buenos que nos adoptan y nos cuidan.

Pero bueno, no quiero ponerme triste. Pronto volveré a contaros más cosas sobre mi, bueno, sobre nosotros. ¡Wouf!, digo, un saludo.