LA VIDA DEL PAIS: ENTRE UN CARNET DE LA PATRIA Y UN TSJ DESAFORADO
A pesar de un “chef” de la política, el G-2 no logra detener lo indetenible, que es el quiebre de un gobierno deslegitimado internacional y nacionalmente. Siendo lo más triste que cuyo quiebre producido por su propia negligencia y desempeño en el marco de un país petrolero, rico en todo y con un pueblo amable por naturaleza. Insólito pero cierto. En una extravagante propuesta el presidente del TSJ, que por cierto no solicitada por nadie y sugerida nos imaginamos por otros; pide desde Caracas la destitución de Luis Almagro. Un subordinado sumiso del Ejecutivo se salta las barreras del concierto internacional, como de los límites de la lógica, para pedir a los gobiernos del continente que se reúnan para echar de su cargo al secretario general de la OEA. ¿Qué se busca con esto? Presumimos, el aislamiento que se determinara en gran parte por razones de una intervención. Por otro lado, profundizar la criminalización de un Estado opresor que expire en el país los DDHH, dejando las oportunidades a juicio de un carnet de la Patria que determinara el apoyo gubernamental. Es esto, lo que a muchos nos preocupa con la aplicación de la Carta Democrática. La otra vía de estos escenarios, es que EEUU y el Presidente Trump, procuren el quiebre económico del régimen, al afectar la compra y pago del petróleo venezolano, ¿difícil?, hoy ya no lo dudamos.
Almagro presiona desde su cargo para procurar las rectificaciones del caso, que conciernen a su responsabilidad como cabeza de un organismo comprometido con la defensa de la democracia continental. Como también, la presencia de un conjunto notable de ex presidentes de América Latina donde se adelantan a actuar en respaldo a las gestiones del Secretario General. (24 expresidentes del ámbito iberoamericano)Las debilidades en el manejo de las circunstancias por parte del gobierno venezolano se hacen más precarias. Las herramientas de justicia internacional ya están haciendo su parte, lo que nos queda es preguntarnos si los ciudadanos, las familias y las comunidades estarán revaluando su participación activa. Lo cual, evidentemente hasta la fecha, no hacen. Por otro lado, recular por parte del TSJ, es la vía para salir de tal berenjenal, reparar en parte las torpezas en el manejo de la instituciones del Estado; luego de dejar ver la claras intenciones de secuestrar el poder a favor de Maduro y sus acólitos.Volver al dialogo, es una vía que hasta la fecha quienes la conducen no son los que deben, ni son, los que lograran establecer una vía para asegurar un cambio adecuado, bajo las realidades del País. Los voceros deben ampliarse a los grupos de presión política, a los sectores de Fedecámaras, gremiales y universitarios, entre otros. Lapsos determinados y acciones a cumplir. Esto dará las garantías de seriedad y de actuaciones sesgadas por manejos bajo mesa. Por lo demás, estabilizar al país, es prioritario nacional e internacionalmente.
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