La vida es sueño

Publicado el 03 febrero 2015 por Compartenl

La narcolepsia, extraña enfermedad caracterizada por irrefrenables ganas de dormir

Conocida también como síndrome de Gelineau o epilepsia del sueño, la narcolepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por una necesidad incontrolable de dormir...

La narcolepsia, extraña enfermedad caracterizada por irrefrenables ganas de dormir

Conocida también como síndrome de Gelineau o epilepsia del sueño, la narcolepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por una necesidad incontrolable de dormir o por la aparición de repentinos accesos de sueño.

Vivir durmiendo

La persona afectada por este trastorno padece un sueño desmedido durante el día, aunque por la noche haya dormido bien. De estar en un estado de somnolencia permanente puede pasar a quedarse dormido completamente en cualquier momento a lo largo del día.
Esta anomalía del sueño generalmente tiene su aparición en la edad de la adolescencia. Aunque su origen es desconocido, se estima que podría deberse a una alteración genética.
Se ha catalogado como enfermedad rara, ya que afecta a un 0’5 % de la población.

El rostro de la enfermedad

Algunos de los síntomas típicos de la narcolepsia son el estado de somnolencia continua durante el día con ocasionales ataques de sueño; la cataplejía o súbita pérdida de tono muscular, que provoca que los afectados tengan que sentarse durante unos segundos o que incluso se caigan a veces sin que les dé tiempo a reaccionar; la parálisis del sueño, que impide moverse o hablar en el momento de dormirse o de despertar; así como las llamadas alucinaciones hipnagógicas, consistentes en imágenes y sonidos en la transición de la vigilia al sueño.
Pueden darse además otros síntomas de carácter secundario como la conducta automática, por la que el sujeto lleva a cabo acciones sin ser consciente e incluso hasta el punto de olvidarlas; sueño interrumpido durante la noche, con momentos de vigilia; sensación de cansancio y debilidad; depresión; problemas para concentrarse y acordarse de las cosas; entre otros.

Ayudas para un diagnóstico

Entre las pruebas más habituales que se llevan a cabo para hacer un diagnóstico de este trastorno destacan la polisomnografía nocturna que permite la detección de la somnolencia excesiva diurna; el examen de latencia múltiple del sueño, que registra la aparición del sueño y la rapidez con la que se pasa a la fase de móvimientos rápidos de los ojos o REM; examen genético de la sangre para evaluar determinados antígenos que predisponen para la aparición de este trastorno.

Hacia una solución

El tratamiento de la narcolepsia va desde la medicación hasta determinadas terapias. Algunos síntomas requieren diferentes medicamentos como estimulantes del sistema nervioso central para la somnolencia excesiva durante el día o antidepresivos del tipo tricíclicos para la cataplejía. Otros hacen necesaria ciertas terapias tales como siestas cortas a lo largo del día para controlar la somnolencia, una correcta alimentación, ejercicio regular, etc.
Todo esto puede verse modificado atendiendo a factores que pueden afectar al paciente como su edad, su estado de salud, sus antecedentes médicos, la fase en que se encuentre la enfermedad, la tolerancia a ciertas medicinas, etc.