Una bonita cubierta, un título que contiene la palabra mágica. Metaliteratura. Una novela que transcurre entre libros. Una catarata de valoraciones muy positivas. Todo un canto de sirena. La cosa prometía, pero no ha resultado ser lo que esperaba...
La vida escondida entre los libros cuenta la historia de Loveday Cardew, una joven librera muy peculiar en cuyo trabajo ha encontrado su refugio. Mantiene las distancias con el ser humano en general, con la excepción de Archie, su jefe. Poco a poco iremos conociendo su vida y sus secretos, principalmente un trágico suceso acontecido quince años atrás. Los capítulos se van alternando entre el presente y el pasado de Loveday, hasta confluir todo en el presente.
Como adelantaba al principio, esta lectura no ha resultado ser lo que esperaba. La historia me ha resultado lenta, muy lenta y repetitiva, hasta llegar a tener la sensación de que no pasaba nada. Me ha parecido en gran parte predecible. A medida que avanza la lectura la cosa mejora, para desembocar en un precipitado final. No puedo decir que esté mal escrito el libro (ni mucho menos), pero, para mi gusto, le falta alma y profundidad a la protagonista. No he podido conectar con ella, no me ha conmovido su dramático pasado ni su coraza ante el mundo. No he percibido emoción en la narración en esos momentos en que resulta imprescindible llegar al lector (cuando vamos conociendo el pasado de Loveday o en su relación con Nathan, por poner un par de ejemplos).
Sin duda, lo bonito de esta afición es compartir la diversidad de títulos y opciones lectoras, y quiero insistir en que esta es solo mi opinión, aunque confieso que, en este caso en concreto, me ha llamado bastante la atención lo sucedido con este título.