Carla Pride acaba de quedarse viuda, pero lo peor de todo ha sido descubrir que su marido, Martin, no era el hombre que ella creía. Tras enterarse de su engaño, tendrá que enfrentarse a las consecuencias y continuar su vida lo mejor que pueda. Molly Jones bastante tiene con su hijo y con su nuera… Hasta que aparece su marido, tras años de abandono, dispuesto a corregir los errores del pasado. Will Linton está arruinado. El banco no quiere renovarle el préstamo que mantiene su empresa a flote… Y cuando creía que ya nada podía irle peor, su mujer lo abandona… El café de la esquina, regentado por la encantadora Leni Merryman, se convierte en un lugar de peregrinaje para sus protagonistas, donde comparten confidencias, decepciones e ilusiones… ¿Pero podrán encontrar la seguridad que necesitan? Y mientras Leni les ayuda a reparar sus corazones solitarios, ¿podrán devolverle el favor cuando ella más lo necesite?
Esta es la primera vez que leo una historia de Milly Johnson y debo decir que quede encantada con el estilo ágil y sencillo de la autora. Además ¿No les parece preciosa esa portada? Siendo sincera eso, y el título fueron los elementos que me hicieron leer esta historia.El café de la esquina es el lugar ideal para los amantes de la literatura, un pequeño rincón que combina deliciosos pasteles, café y té con artículos de regalo y papelería relacionados con la literatura. Un verdadero paraíso. Leni Merryman es una adorable mujer que siempre parece tener una sonrisa, ella junto a su gato Mr. Bingley (una obvia referencia a Orgullo y Prejuicio) son los propietarias del lugar en el que poco a poco se irán reuniendo una variedad de personajes que lo único que parece unirlos es su amor por la lectura.La historia tiene una gran cantidad de personajes que me han encantado. En primer lugar tenemos al Señor Singh un antiguo cirujano al que le encanta la lectura y siempre compra pequeños artículos de oficina o cualquier cosa que pueda enviarle a su hija que vive en Estados Unidos. Carla Pride quien después de quedar viuda de forma repentina se entera de que su marido, Martin tenía una vida oculta, sintiéndose herida y engañada Carla encuentra en el café de la esquina un lugar donde curas sus heridas. Molly Jones una señora de sesenta y ocho años a la que la vida le ofrece la oportunidad de reencontrarse con el gran amor de su vida. Will Linton un apuesto empresario que pierde su empresa y su matrimonio cuando por una mala jugada del destino se va a la quiebra. Ryan O’Gowa un adolescente de catorce años que carga con el estigma de crecer en una familia problemática, Ryan trabaja en el café los fines de semana y al igual que los demás tiene un inmenso amor por la lectura. La única excepción seria Shaun McCarthy, el hosco propietario de las galerías comerciales donde está ubicado el café, un hombre que parece no sentir ningún aprecio por la amable y siempre sonriente Leni… El café de la esquina se convierte de a poco en el lugar de encuentro para estos corazones solitarios, un sitio especial donde pueden compartir no solo su amor por la lectura sino también sus penas, alegrías y sus deseos más anhelados. Se me hizo imposible no llorar a mares con la historia de Molly… o con el desengaño amoroso de la pobre Carla, incluso Leni y Will lograron ablandarme un poco.Una de las cosas que me gusto fueron los debates sobre Darcy, Heathcliff, Jane Eyren entre otros personajes que todos parecían disfrutar enormemente, también los especiales de los martes y el hecho de que nombrara a los pasteles con el nombre de un libro o de algún famoso personaje literario. Sin duda he quedado con unas ganas locas de releer alguno de estos clásicos o leerme de una vez aquellos que no lo he hecho. Los capítulos son bastante cortos y aunque el libro puede parecer un poco largo la verdad es que se lee súper rápido. El café de los corazones solitarios es una historia conmovedora, dulce con un toque romántico. Una historia perfecta que nos enseña el valor la amistad verdadera, a aceptar las segundas oportunidades que la vida nos ofrece y dejar ir el pasado.
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