La vida imaginaria

Publicado el 26 febrero 2014 por Mj Sol
Cuando te pasas el día con la cabeza en las nubes, imaginándote en un mundo distinto o soñando despierta y, por una de esas casualidades extrañas, tropiezas con un libro que se titula La vida imaginaria y que tiene esta portada, piensas que te has encontrado con un amigo, con alguien con el que sentarte en una nube y ponerte a soñar.Desde el primer momento pensé que el libro de Mara Torres me interesaría, que contaría una fantástica aventura, que narraría la historia de una persona normal que es capaz de alejarse del mundo corriente y de sobrevivir a base de imaginación.Cuando lees la sinopsis te das cuenta de que es una historia de desamor, pero no una historia de desamor cualquiera. Es la historia de Nata, una mujer un poco obsesiva y muy imaginativa que se dedica a soñar despierta, a viajar con el pensamiento a ciudades hermosas para hacerse la encontradiza con el novio que acaba de abandonarla, a colarse en su casa volando en una cama y mantener conversaciones imposibles. En realidad, es una historia triste que habla de desamor, soledad, miedo y crisis. 

Narrada en primera persona, con lenguaje sencillo, coloquial, con mucho sentido del humor y una pizca de ironía. Nata nos va contando todo lo que pasa por su cabeza, todas las preguntas intrascendentes, alocadas o profundas que se hace a lo largo de esos meses. Habrá días en los que nuestra protagonista se sentirá tan asustada que, a fuerza de desear tener una coraza, se vista de astronauta y otros en los que su mundo se teñirá de rosa literalmente. Habrá ocasiones en la que nos identifiquemos con sus sentimientos y otras en las que nos riamos con sus ocurrencias. Y llegaremos al desenlace de la novela, un final abierto para que, como su propio nombre indica, te imagines su vida o para… ¿una continuación?Mientras leía el libro, entre sonrisa y sonrisa, no podía evitar comparar la torpeza, la indecisión y el miedo de Nata con el de otro personaje femenino de la literatura contemporánea: Bridget Jones. ¿Es Nata la versión española de Bridget? Ambas historias están narradas como un diario, ambas son divertidas, ocurrentes y directas… Mi impresión personal es que Bridget es más superficial que la española, pero ambas reflejan las crisis personales, el miedo a crecer, a enfrentarse a la realidad, a quedarse solas. Las dos tienen buenos amigos. Bridget corre aventuras graciosas con ellos, despotrica de los hombres en sus conversaciones, detesta a los “petulantes casados” y sueña con el príncipe azul. Nata tiene conversaciones políticas con sus amigos, comparte con ellos el miedo al desempleo, al cambio forzoso de estilo de vida y se sumerge en la negación y la ira ante el desamor. Está inmersa en su vida imaginaria, en sus propios sentimientos y emociones, pero no puede escapar a la realidad del país.

Bridget ya tiene dos películas… ¿veremos a Nata en la gran pantalla?