Esta es la increíble vida (o mejor dicho, muerte) de Henrietta Lacks, a quien la comunidad científica conoce como HeLa. Una historia que viene muy a cuento ahora que todo el mundo habla de la reforma sanitaria de Obama y que trata, como suele ser habitual, de una mujer que ha desenterrado a otra mujer.
Henrietta fue una mujer negra que nació en el estado de Virginia en 1920. Madre de cinco hijos y sin recursos, a principios de la década de los cincuenta le fue diagnosticado un cáncer cervical del que se trató en el ala para gente de color del hospital Johns Hopkins. Sin su conocimiento ni permiso, los médicos le extrajeron células de su carcinoma para realizar investigaciones con ellas. Al poco tiempo y con solo 31 años, Henrietta murió.
Sus células fueron entregadas al investigador George Gey, quien descubrió que estas hacían algo que nunca antes habían hecho las células de ninguna otra persona: se mantenían vivas y podían ser cultivadas, congeladas y repartidas entre la comunidad científica. Gey las llamó HeLa (por las iniciales de Henrietta Lacks) y se convirtieron en las primeras células humanas cultivables en laboratorio que eran inmortales, es decir, que no morían tras dividirse (perdonad si no me explico muy bien, no sé mucho de medicina así que si alguien quiere hacerme alguna corrección lo agradeceré mucho). Su nombre, claro está, hizo que su portadora fuera olvidada. Las células de Henrietta pudieron, pues, emplearse en muchos experimentos y fueron trascendentales para un montón de avances médicos y biológicos. Por ejemplo, fueron empleadas por Jonas Salk para desarrollar la vacuna de la poliomielitis.
No obstante, los familiares de Henrietta Lacks no fueron informados de todo esto y ni siquiera en la actualidad pueden beneficiarse de los avances médicos que posibilitaron las células de su madre y abuela a causa de carecer de un seguro.
Lo que decía al principio, mujeres desenterrando mujeres, como siempre.
Para ver fotos de las células de Henrietta Lacks, haz clic aquí.
Para ver un documental de aproximadamente una hora de duración, en inglés, sobre el tema, haz clic aquí.
Para ver un mapa de la evolución de las células de Lacks, haz clic aquí.
Otras visiones (en español) sobre el tema:
Diario Público
Blog Resolviendo la incógnita
Blog Ethos&Technos