Vivir es una conducta que se basta a sí misma, la vida es su fruto.
Este libro emerge y se dirige a la vida. Quiere reconocer explícitamente su rango de soberanía, su dimensión de vocación y destino para cada ser humano.
Y lo hace adjetivándola, invistiéndola con el calificativo de “maestra”.
La Vida es maestra en un doble sentido:
Consideramos artista a quien canta, pinta, escribe o baila de una manera especial y destacada. El verdadero arte, sin embargo, consiste en hacer de nuestra persona y de la vida que ella expresa una auténtica obra maestra. De tal modo que nuestros saludos y conversaciones sabrán a música celestial, los movimientos de nuestras tareas y gestos cotidianos se ejecutarán con la gracia y la belleza del ballet más sublime y nuestras acciones irán tramando un argumento escrito al gusto de los dioses.
Somos semillas divinas. El reto de vivir consiste en hacernos germinar, crecer, fructificar y convertirnos en el fruto. Esta es la gran obra: la forma concreta, real y cotidiana de vivir nuestra esencia.
2. Porque nuestra vida de todos los días, esa vida modesta y sencilla que configura nuestra habitualidad de vivir es la que nos enseña, en la que aprendemos, la que nos instruye, en la que nos educamos, la que nos informa y en la que nos formamos y realizamos.
En los mil y un acontecimientos de cada día, en los sucesos que incesantemente y a modo de pequeñas teselas van armando y componiendo el mosaico de nuestro vivir cotidiano, en todo eso nos van apareciendo infinidad de mensajeros y mensajes, maestros y lecciones que nos van iniciando e ilustrando en la más noble y eleveda de las sabidurías.
Estamos aquí para aprender, para recordar quiénes somos y lo que en esencia conforma nuestra identidad. La Vida es nuestra escuela y nuestra maestra; es el contenido y la metodología, la lección y el libro de texto, el objetivo y lo único digno o relevante de ser evaluado.
La Vida Maestra nos muestrala verdad de nosotros mismos; nos alfabetiza en sus secretos códigos y en sus misteriosos procedimientos.
Considerar a la Vida como Maestra implica un reconocernos discípulos, aprendices y en proceso.
La Vida Maestra quiere ser sobre todo un canto de alabanza a una Vida y a un Mundo que puede construirse como hogar amable y ámbito de felicidad y gozo para todas las personas sin exclusión. Es un himno de esperanza porque quiere inaugurar ese tiempo en el que se reconoce que “el tiempo de la esperanza no es el tiempo de la espera pasiva e inerme sino para adelantar eso que se espera porque, de algún modo, lo que esperamos ya está aquí, en nosotros, aunque sólo lo sea a manera de esbozo”.
JOSÉ MARÍA TORO. Maestro. Escritor. Formador y conferenciante.
Autor, entre otros, de "Educar con Co-razón" (17ª ed.), "La Sabiduría de Vivir" (4ª ed.), "Descanser. Descansar para Ser" (3ª ed.) , La Vida Maestra (2ª ed.) y "Mi alegría sobre el puente. Mirando la vida con los ojos del corazón" (2015) publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.
Coautor de: MAESTROS DEL CORAZON. Hacia una Pedagogía de la Interioridad.
Ed. Walters Kluwer.
Información SOBRE EL AUTOR:
http://www.edesclee.com/index.php/manufacturers,567
Página FACEBOOK. "José María Toro Alé" https://www.facebook.com/josemariatoro
TWITTER: @josemariatoro