La Vida Precoz Y Breve de Sabina Rivas: Realidad Inmoral

Salvo sus honrosas excepciones, queda ya lejano aquella "época de oro" del cine mexicano. Contadas son las producciones que, más allá de inclinarse por la cruda realidad de nuestro país (de esas hay muchas), logran salir bien paradas ante un reflejo fiel de la violencia sin caer en excesos, morbos y malas ejecuciones de temas tan delicados. La Vida Precoz y Breve de Sabina Rivas es otra pieza maestra del genial Luis Mandoki (Voces Inocentes), y que retrata la vida de Sabina Rivas (una preciosa Greisy Mena, cuya actuación le valió ganar un premio en el festival de cine de Valladolid) , una chica hondureña de 16 años que trabaja en la frontera entre México y Guatemala, y que en su afán de llegar a los Estados Unidos, retrata a su alrededor la violencia y las dificultades que atraviesan los centroamericanos al entrar a México: desde "la bestia", famoso tren que atraviesa de Sur a Norte el territorio Mexicano, pasando por la Mara Salvatrucha hasta llegar a los abusos que la misma policía comete contra ellos.
Repito, más que ser una película de las que hay muchas, que buscan el morbo y la violencia para hacer una película, La vida... nos muestra una realidad tan dura y a la vez tan maquillada, que nos impacta y nos golpea de lleno en la cara y nos hace preguntarnos la razón de que los mismos humanos cometan atrocidades contra otros humanos, una historia que se ha repetido tantas veces a lo largo de la historia, y de la cual no hemos aprendido nada. Apoyada por grandes de la actuación mexicana como Joaquín Cosío y Angelina Peláez,
Sabina Rivas es alguien que nos hace reír y nos hace sufrir. Es un ejercicio periodístico encubierto de película que sin llegar a excesos, muestra lo fría que se ha vuelto nuestra sociedad actual, sin dejar de lado la misma inocencia y ternura que -todavía- un niño puede tener, al pelear por sus sueños.
Interesante, pero no apta para todo tipo de personas.
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