La vida saca su entrada de cine (III): La manipulación genética

Publicado el 27 mayo 2013 por La Mirada De Ulises

Nacidos para morir

Tras haber tratado la manera en que el cine aborda el origen y el término de la vida, corresponde ahora tratar cómo habla de la manipulación genética, en una carrera de los hombres por alargar la vida a toda costa. Para ello se sirve de la ciencia ficción, que busca un futuro científicamente perfecto que traiga la felicidad, y que se olvida del componente humano y espiritual del individuo que hace que no todo pueda ser controlable. Es lo que sucede a los protagonistas de “Nunca me abandones” (2010), donde Mark Romanek crea un universo -a partir de la novela de Kazuo Ishiguro- tan sugerente como preocupante. La historia se inicia en un internado inglés, donde viven niños que han sido concebidos -clonados- para aprovechar sus órganos cuando lleguen a la juventud, con trasplantes que curen diversas enfermedades. Después de dos o tres “cumplimientos” (donaciones), morirán… a no ser que alguien se convierta por un tiempo en “cuidador de donantes”, o que haya un “aplazamiento” si una pareja se tiene amor auténtico y eso es verificable.

En ese peculiar internado se alojan Ruth, Kathy y Tommy, tres amigos inseparables que viven el despertar de la afectividad entre dudas, celos y desencantos, y que terminarán distanciándose con el tiempo, un poco por amor y otro envidia. Ahora -en la primera secuencia- mientras Kathy asiste a Tommy en el quirófano en su último “cumplimiento”, ella nos dice que se ha convertido en “cuidadora”… para después abrirse un largo flash back en el que evoca aquellos años. Sabremos que entre ellos surgió el amor… superando los celos de Ruth, y que lucharon por sobrevivir al plan prefijado para ellos, que se negaron a ser considerados objetos a los que se niegan los sentimientos y la libertad. El cuadro moral que se nos presenta es realmente espeluznante a la luz de un pretendido desarrollo científico que se ha olvidado de la ética. Por momentos, parece que los originales son menos humanos que las copias, y no sabemos qué se esconde tras esa trama oscura y mezquina.

Una perspectiva terrorífica y dolorosa

Aunque el director prefiere conducir al espectador por la trama romántica, el aspecto ético-médico resulta muy interesante y adecuado para el debate. Causa pavor contemplar a dónde puede llegarse con una manipulación genética sin barreras morales, puesta al servicio de los poderosos. Una vez más, la ciencia ficción nos alerta a la degradación a que conduce una ambición desmedida, en este caso, buscando una longevidad indefinida o una ausencia de dolor. Plena de sensibilidad, ternura y melancolía, la cinta rastrea con acierto el mundo de los afectos desde la inocencia de la infancia hasta la inseguridad de la adolescencia o la capacidad de sacrificio de la juventud, todo gracias a un buen trabajo interpretativo de todo el reparto y a una intimista y evocadora puesta en escena.

 

El guión nos habla también del miedo a lo desconocido y a la soledad, del dolor aceptado y del tiempo desaprovechado, con unos “dibujos de creación” que quieren ser baza para transportarnos al imaginario infantil y para atisbar inquietudes espirituales. En esta trágica y triste historia, el espectador experimenta la rabia ante la indefensión, y le entran ganas de gritar junto a un Tommy desesperado en medio de la carretera -tremendo instante de dolor- que descubre que toda la vida ha sido una gran mentira, o de llorar con Ruth en el quirófano… a la espera de que alguien dictamine que es el momento de desenchufarla porque ya no es útil, porque vivir sin esperanza y sin amor se ha convertido en la auténtica “finalización” (muerte). En realidad, todo parece haber sido un montaje de quienes se creyeron en posesión del poder de dar el alma y de decidir si unos individuos la tenían o no. Es, en definitiva, el triunfo del materialismo y del individualismo, cultivados sin moral ni humanidad, sin tiempo para comprender lo vivido ni para descubrir la verdadera felicidad.

 

En las imágenes: Fotogramas de “Nunca me abandones”, película distribuida en España por Hispano Foxfilm © 2010 DNA Films, Film4 y Fox Searchlight Pictures. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 27 mayo, 2013 | Categoría: 7/10, Año 2012, Drama, Opinión, USA independiente

Etiquetas: Kazuo Ishiguro, Mark Romanek, Nunca me abandones