Pilar Adón
Pilar Adón es una estilista formidable, comedida, atenta a la cadencia de las frases, a su sonoridad. En estas páginas no hay ni una palabra de más, nada fuera de tono, ningún exceso. Es un libro impecable. Y, todavía mejor, tiene una mirada, unos motivos, tan sugerentes como extraños y personales. Al poner La vida sumergida en perspectiva, se evidencia que se mantiene fiel a sí misma, que ahonda y enriquece su corpus narrativo obra tras obra. ¿Hace falta decir más? Quizá sí: en estas fechas se publican muchas listas. Este título probablemente no aparecerá en ellas, no al menos en las de los medios más importantes. Su autora no es muy conocida, pese a llevar ya más de quince años de carrera (debutó en 1999 con El hombre de espaldas), y además se trata de un libro de relatos, el género despreciado por excelencia. No, no destacará, pero tiene una calidad (y una originalidad, con respecto a otras propuestas de narrativa en castellano) indudable. Si con este comentario alguien se anima a leerla, esta lectora se dará por satisfecha.