La vida también es deshacerse de cosas

Por Lorena White @lorenagwhite

La semana pasada hablábamos de esas veces que tenemos que hacer limpieza para simplificar nuestras vidas. Hoy vamos un paso más allá, y os traigo 15 cosas que creo que tienes que desechar de tu vida para siempre, porque no creo que vayan a aportarte nada y porque necesitas mucho hueco libre para las cosas maravillosas y espectaculares que vendrán (recuerda siempre que lo mejor está por llegar ;)

1. Acabar los libros aburridos y volver a ver películas infumables

El tiempo que pasas esforzándote por acabar un libro que desde la página 10 no te aporta nada o el tiempo que empleas dándole una nueva oportunidad a esa película con la que SIEMPRE acabas durmiéndote, es tiempo que no emplearás en leer cosas brillantes y en ver películas maravillosas.

2. Vivir condicionado por la opinión (SIEMPRE) negativa de una persona

Hemos hablado alguna vez de los pensamientos tóxicos y de que a veces, lo mejor que podemos hacer, es alejarlos de nuestra vida porque son incapaces de aportarnos algo y además nos quitan las ganas de intentar crecer. Se acabó: en tu vida mandas tú.

3. Dejar que la gente se crea con todo el derecho a pisotearte

Nadie es más que nadie, y aquellas personas repugnantes que tienen que hacerle la vida imposible a otras personas para sentirse mejores que los demás, no se merecen ni un minuto más de tu tiempo, ni un día más de tu vida.

4. Estancarte en un trabajo que no te gusta

No te digo que lo dejes y adiós muy buenas, que las cosas no están como para ir dejando trabajos. Pero sí que espabiles y te pongas a buscar y a buscar, incluso debajo de las pierdas o en otra ciudad si hace falta, otro trabajo que te aleje de sentirte atrapado haciendo algo que no disfrutas.

5. Hablar siempre de los mismos temas y de las mismas cosas 

Interésate por todos los temas de conversación, por todas las cosas que cualquier persona tenga que contarte, por todo lo que puedas aprender. Deja de contar siempre lo mismo, empieza a hablar abiertamente de aquello que quieres hablar y que fluya la conversación.

6. Comprometerte con cosas en las que no crees

Sea lo que sea. Uno adquiere un compromiso cuando realmente siente que ese compromiso es de verdad y que el motivo por el cual lo siente así, es más fuerte que cualquier otra cosa. Todo lo que no sea ser fiel a tus principios, a tus valores o incluso a tus gustos, no debe comprometerte.

7. Seguir viendo cómo otros aprovechan su talento mientras tú lo desperdicias

Deja de mirar y empieza a actuar. Tú tienes talento, aunque todavía no lo sepas. Empieza a probar cosas que te gustan, empieza a buscar tu pasión, empieza a dedicarte a aquello que sabes que se te da bien. No dejes pasar un sólo día más alejándote de aquello que siempre quisiste conseguir.

8. Sentirte pequeño y temeroso, como si huyeras siempre de todo

Los seres humanos tendemos a sentirnos pequeños ante situaciones desconocidas. Sin embargo, al echarle valor y ver que esas situaciones no eran tan horribles y que el miedo era sólo una manera de mantenernos alerta, nos hacemos grande y empezamos a disfrutar de esa zona desconocida más allá de nuestra zona de confort. Tú puedes, otra cosa es que te sientas o no capaz. Entrena eso ;)

9. Odiarte a ti mismo

¿Qué manía es esa de machacarte absolutamente con todo? ¿Por qué narices eres tú más cruel contigo que si fueras tu propio enemigo? Deja ya de odiarte y empieza a quererte un poco más. Ni te imaginas la de cosas que te están esperando ahí fuera y que no ves porque crees que no lo mereces, que no es para ti, que no tienes nada que hacer.

10. Esperar a sentirte 100% preparado para hacer algo

¿No te vale con un 60% o un 70%? Si esperas a sentirte seguro al 100%  para emprender algo en tu vida, jamás lo harás. El 100% es un límite irreal, igual que la perfección es una percepción errónea. Arriésgate, incluso a cometer errores, para arriesgarte a acertar. Simplemente comienza, ya irás puliendo los detalles conforme aprendas. Sobre esto, hay un proverbio chino que dice: “El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora“. Pues eso ;)

11. Vivir constantemente comparándote con los demás

Olvídate de aquello que los demás hacen tan bien o de esas cosas tan buenas que han conseguido. Deja de compararte con los demás y empieza a compararte con esa mejor versión de ti mismo.

12. Dar por perdidas las cosas antes incluso de que sucedan

Deja de vivir en una constante batalla perdida, incluso antes de que esa batalla se produzca. Empieza a tomar decisiones, a afrontar retos y a hacer cambios en tu vida partiendo de la base de que, el hecho de que salgan mal, es sólo una posibilidad igual de válida que el que todo salga bien.

13. Pensar que con el mínimo esfuerzo vas a conseguir el máximo resultado

Ser la ley del mínimo esfuerzo no ha sido, precisamente, algo recomendable. Puede que te hiciera sentir bien antes, cuando aprobabas un examen apenas sin estudiar o cuando, bien por un golpe de suerte o del azar, conseguías algo que querías sin haber luchado ni siquiera un poco con ello. Pero deja de pensar que eso va a ser así siempre porque la suerte y los mejores resultados pertenecen a los mismos que se lo curran. Esfuérzate por lo que quieres conseguir como si te pagaran por ello.

14. Quejarte constantemente

Quejarnos por algo sin hacer nada para remediarlo es algo frustrante y totalmente inútil. Si no te gusta algo, da el paso y cámbialo, pero no llores por las esquinas a cada rato si no piensas mover un dedo.

15. Hacer cosas que no quieres hacer…

… y rodearte de gente de la que no quieres rodearte, tener hobbies que no te gustan y dedicar tu valioso tiempo en cosas que te hacen sentir mal. Depura las horas de tu día de aquellas cosas que te hacen sentir absolutamente improductivo y descubrirás la de tiempo que te queda para hacer otras cosas que sí que merecen la pena de verdad.

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