Tuve contacto con este tema por primera vez, en una crónica publicada en la revista GATOPARDO que lamentablemente ya no llega al Perú, y me llamó profundamente la atención porque, la Virgen a la que dedican su devoción los sicarios de los carteles de Colombia, es María Auxiliadora. Podrán ver la medalla de la carátula con su imagen.
Como no me iba a conmocionar tal hecho, ya que siendo exalumno Salesiano, María Auxiliadora es nuestra patrona y guía institucional. Habrase visto.
Vayamos al relato del libro; Tras treinta años en el extranejro, el protagonista de nombre Fernando, regresa a una Medellín, degradada por la violencia, y se enamora de un joven de nombre Alexis, uno de esos sicarios, peligrosos juguetes sexuales en las fiestas de la cínica clase acomodada local.
En el niño asesino, este Pigmalión fatigado y misántropo encuentra una pureza aterradora y fascinante. Con él recorre la ciudad y conoce a sus monstruos. Los muertos van pautando el recorrido, porque cualquier conflicto se resuelve a balazos. Fernando es escritor y gramático, por lo que transcribe con una de las prosas más brillantes de los últimos tiempos, las esperpéntica irracionalidad del horror.
El tiro que le asesta a un perro herido es el único crimen y el único acto de piedad que se concede el protagonista. Y precipita el desenlace: Alexis muere protegiendo a Fernando. Desolado, este no tarda en sustituir a su amante por otro joven de nombre Wilmar, ignorando que fue este quien mató a Alexis.
Cuando lo descubre, y antes de saber qué pasará con su relación, Wilmar muere también bajo balas anónimas y Fernando abandona a su interlocutor y su relato subiéndose a un autobús hacia ninguna parte.
Comentario.- Este irritado monólogo de amor, muerte y menosprecio del mundo, se dirige explícitamente a un destinatario polimorfo.Existe una versión cinematográfica del libro, que no la reseño en esta oportunidad ya que la película no la he visto, y no creo que la hayan estrenado en Lima.El libro es crudo y refleja parte de una dolorosa realidad de una de las ciudades más alegres de Colombia.