perseguir un sueño
En nuestro camino por perseguir un sueño, multitud de obstáculos comienzan a interrumpir nuestro avance por conseguir hacerlo realidad.
Nos vemos presa de un pánico, casi irracional, por pensar que no merecemos aquello que realmente deseamos, es decir, aquello que nos hará felices por el resto de nuestras.
A menudo, hablamos con nuestros familiares, amigos y seres queridos sobre nuestros sueños, pero siempre conseguimos las mismas respuestas: “pon los pies en la tierra”, “sé realista”, “los ricos son unos ladrones”, “no seas iluso”, etc.
Pero si en realidad quieres hacer realidad tus sueños, debes pagar el precio de ser tú mism@. De salir fuera de tu zona de confort, que significaría tener que separarte de los supuestos convencionales y del rebaño del pensamiento común. Y prestar especial atención a esa pequeña lucecita interior, que aquellos ladrones de sueños no lograrán apagar. No, si se lo permitimos. Una lucecita que titila y late como un corazón, en donde están todas tus esperanzas depositadas por un futuro mejor para ti.
Porque eso son precisamente nuestros sueños. Son la esperanza de un futuro mejor. Son nuestra vitalidad, nuestra emoción e inspiración de vivir una aventura fantástica.
Son el combustible que no hace seguir adelante con nuestras ideas y proyectos. De lograr lo que un principio parecía imposible. Y no desfallecer hasta que enseñemos a otros que sí se puede lograr cualquier sueño, con determinación y esfuerzo.
Nuestros sueños son la perspectiva de un futuro atractivo, que nos haga sentir más vivos que nunca. Porque es la forma cómo podremos disfrutar más la vida, haciendo lo que nos gusta, por pura pasión.
Aunque no sé tú, pero yo quiero algo que para mí es fundamental: tener y sentir seguridad. Así como sentir que tengo libertad de ir a donde quiera, en el momento que yo desee. Y por lo tanto, creo que nos merecemos hacer lo que nos gusta, y no lo que nos disgusta. En definitiva, quiero vivir y no sobrevivir.
Porque necesitamos sentir que nuestro mañana traerá crecimiento personal, que tendremos éxito, que podremos darle lo mejor a nuestros seres queridos, que tendremos una vida llena de logros. Y ese sentimiento sólo puede mantenerse encendido si tenemos ese coraje de creer en nuestros sueños.
Es imprescindible creer que tienes una gran misión que cumplir en este planeta. Pero para ello, debes tener una fervientemente creencia en que tienes un destino manifiesto.
Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar, y ese papel es de esencial importancia en la contribución del Diseño Universal.
El mismo hecho de fijarnos metas y objetivos, y alcanzar el logro de los mismos, nos permitirá aumentar nuestro crecimiento personal. Si ponemos el ejemplo de una persona que quiere escribir un libro. En el proceso, esa persona habrá adquirido una experiencia, y por lo tanto, habrá crecido personalmente. Y una vez terminado el libro, su transformación lo habrá convertido en alguien que es más de lo que era antes.
Independientemente de que tenga éxito o no, esta persona habrá adquirido la experiencia necesaria para mantener ese deseo ardiente, hasta lograr que su sueño de ser un escritor reconocido, se haga finalmente realidad.
Un abrazo
Alexander Chinea
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