A través de los ojos los bebés empiezan a percibir como es ese mundo nuevo que le rodea. Al principio se presenta de una forma un tanto difusa para ir poco a poco aclarándose. Por ello es importante conocer el proceso de desarrollo de la vista en nuestros hijos con tal de poder ayudarles a mejorar su percepción a la vez que se está atento ante cualquier anomalía.
El sentido de la vista no está maduro nada más nacer, se va desarrollando gradualmente hasta aproximadamente los seis primeros meses, que es cuando el bebé verá igual que nosotros.
El recién nacido ve imágenes borrosas, aunque sus ojos están físicamente preparados para ver el cerebro todavía no está preparado para procesar toda esa nueva información. La vista del recién nacido no llega a los 40 centímetros, lo suficiente para ver el rostro de la persona que lo tiene en brazos. Con el paso de las semanas irá ganando en claridad y alcance.
Desarrollo de la vista en el bebé
Durante el primer mes de vida no sabe utilizar sus ojos a la vez, por lo que no hay que preocuparse si cada uno va hacia un lado, en este mes y en el siguiente aprenderá a enfocar y a seguir un objeto con la vista. A partir del segundo mes empezará también a distinguir colores, prefiere los que muestran contrastes por lo que se les pueden presentar imágenes o dibujos de vivos colores. A partir del cuarto mes de vida se desarrolla la profundidad, se le pueden acercar objetos para que los agarre. Ya en el quinto mes empieza a reconocer objetos o personas por lo que es un buen momento para jugar al si está/no está. Una vez cumplido el octavo mes la vista del bebé es la misma que la de un adulto.
De lo que se trata así en esta etapa de completo desarrollo de la visión, es de estar atento a sus avances, estimularle, y en el momento que algo no vaya como es debido acudir al pediatra para que lo valore.
La visión en el niño
Cuando el niño es más mayor y no se aprecian problemas en la vista, como puede ser el estrabismo, se puede esperar hasta los 3 o 4 años para realizarle su primera revisión. Mediante tablas de dibujos o letras se evaluará su vista. En el caso de que existan antecedentes familiares de problemas oftalmológicos la revisión se hace mucho más precisa ya que existen algunos que solo se podrán tratar y corregir a temprana edad.
Los padres también tienen un papel importante a la hora de detectar cualquier problema, pueden observar si su hijo se acerca mucho al papel a la hora de dibujar, si esfuerza la vista a la hora de distinguir figuras en la lejanía o si se queja de dolores de cabeza. Cualquier aspecto relacionado con la vista debe ser tenido en cuenta de inmediato, antes de que vaya a más.