La vista y el cuidado de los ojos de los niños

Por Felizenbrazos

La salud de nuestros hijos es importante. Y los ojos merecen un cuidado especial. Ya desde el embarazo, hay enfermedades que pueden afectar al futuro de la vista de nuestros hijos. Las estadísticas hablan: la diabetes gestacional aumenta un 30% el riesgo de que el fututo bebé sufra algún tipo de alteración visual. La toxoplasmosis adquirida en el embarazo puede tener muchas consecuencias graves para el bebé, dependiendo del momento de la infección. Si la infección ocurre en el primer trimestre, el parásito pasa al feto y la infección ocurre intraútero. En el 75% de los casos habrá  lesiones oculares.

Los bebés recién nacidos no tienen melanocitos en el iris, por eso es frecuente que lo tengan de color azulado. Con el tiempo van adquiriendo el que será su color normal, que será estable alrededor del año.

¿Cuánto ve un bebé al nacer?

Los recién nacidos notan cambios de luz y contrastes, pero su visión es muy limitada. Ven a unos 20-30 cm, todo lo que esté más lejos queda fuera de su alcance. Por eso, es normal que los bebés reconozcan a la madre rápidamente, suele ser la persona que tienen más cerca continuamente. Durante las primeras semanas, debemos observar que el bebé gira la cabeza hacia puntos de luz y que se fija en las caras que le rodean.

Poco a poco, la vista se va desarrollando. Sobre los 3 meses, los bebés descubren su manos y la mayoría de ellos se queda mirándolas fijamente. Para comprobar esta visión, podemos mover un objeto de lado a lado, a ver si lo siguen. Sobre los 6 meses comienza la visión binocular. Pero no es hasta los 6 años más o menos cuando adquieren la agudeza visual propia de los adultos. Hasta entonces, hay patologías que los padres y los pediatras podemos detectar.

Patologías más frecuentes en la infancia

  • Estrabismo – Pérdida de paralelismo de los ojos, cada uno mira en un dirección. El estrabismo congénito se presenta en la infancia aunque otros tipos de estrabismo pueden aparecer a lo largo de la vida. Es normal que sean los propios padres lo que detecten el problema. El tratamiento del estrabismo es mediante parches que tapan “el ojo bueno”, cirugía o inyección de botox. El botox funciona muy bien si se administra antes de los 4 años en los casos de endotropia (el ojo se tuerce hacia adentro). Se realiza con una suave sedación. Ante cualquier duda, consultar siempre con el oftalmólogo.
  • Ambliopía – También llamado ojo vago, se produce cuando hay una disminución de la agudeza visual en uno de los ojos. El ojo vago hay que tratarlo cuanto antes, mejor hasta los 4 años, después de los 8-10, la pérdida de visión será definitiva y ya no se recupera la visión. El tratamiento general consiste en colocar parches en el ojo bueno, haciendo que el ojo vago se fuerce. Consultar siempre con el oftalmólogo.
  • Defectos de refracción – Problemas para enfocar adecuadamente. Los defectos de refracción se engloban en 3 grupos:
    • Miopía: El ojo es más largo, la imagen se forma antes de la retina. Dificultad para ver los objetos lejanos. La miopía puede ser de progresión, que aumenta con el tiempo. Pero existe también la miopía de inducción. En personas que pasan largas horas trabajando de cerca, con ordenadores, pantallas, cosas pequeñas…el cerebro interpreta que eso es lo normal y el ojo puede evolucionar a miope. Por eso, es recomendable limitar el uso de tablets y móviles a media hora diaria.
    • Hipermetropía: El ojo es más pequeño, la imagen se forma detrás de la retina. Dificultad para ver los objetos cercanos. Puede producir cefalea.
    • Astigmatismo: La cornea es irregular, la visión está distorsionada y borrosa.

En la revisión de los 4 años, el pediatra realizará una revisión de la visión de forma rutinaria. En casos de antecedentes de patología familiar, es recomendable pedir consulta con el oftalmólogo antes. Si ambos padres son miopes, hay un 25% de probabilidad de que el hijo herede la miopía.

Un dato curioso. La mayoría de las veces, al hacer fotos con flash en lugares cerrados, los niños suelen salir siempre con los ojos rojos. Aunque eso estropea las fotos, es ocasiones es bueno fijarse en dichas imágenes. Lo normal es que ambos ojos estén rojos por igual. Si detectamos que uno de los ojos de nuestro hijo está rojo y el otro no, es recomendable acudir al oftalmólogo cuanto antes.

Ahora que se acerca el verano, hay que tener especial cuidado con la vista de los más pequeños. Cada vez estamos más concienciados sobre los problemas a largo plazo que causa el sol sobre la piel. Pero muchas veces nos olvidamos de los ojos. También hay que protegerlos de los nocivos rayos solares. El sol produce degeneración macular y cataratas a largo plazo. Usar gafas de sol desde pequeños les protege para el futuro.

Siempre que notemos algún problema en la visión de nuestros hijos, que refieran cefaleas frecuentes, que se acerquen más de lo normal a los objetos o frunzan el ceño para mirar e incluso, en niños que no aguantan leyendo o que parece que no atienden en clase, es conveniente consultar con el oftalmólogo, por si hubiera un problema de visión. Lo mejor es actuar cuando antes.

Muchas gracias a la Dra. Amina El Rubaidi, especialista en Oftalmología Pediátrica,  del Hospital Nisa Pardo de Aravaca por toda la información proporcionada.