Además de lo que pasa tras el accidente, se presentan flashbacks sobre cómo se desarrolló la investigación y qué pasó desde que la niña desapareció, desde los tres puntos de vista principales y alguno secundario. El punto de vista de la viuda se presenta en primera persona, con lo que la conocemos más íntimamente, mientras que los demás son en tercera. Me ha parecido una elección bastante acertada y debo reconocer que me ha enganchado un poco, aunque no tanto como para quitarme horas de sueño, más que nada porque no tiene ese toque de misterio a vida o muerte de otras novelas policíacas o thrillers, ese que te hace necesitar saber qué pasó. En este caso, imaginas qué pasó, lo que queda por saber es cuánto se descubrirá y cómo se resolverá todo.
En definitiva, es una novela de lo más interesante y original que me ha encantado poder leer.
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