Vocación viene del verbo "vocare" que significa llamada. Algunas personas sienten esa llamada, interés o inclinación para dedicarse a una determinada forma de vida. Y eso repercute positivamente en las personas que lo ejercen y en las que se benefician de ello.
Un año después, he cambiado de colegio, y he sido recibido por unas grandes personas llenas de vocación hacia la enseñanza; mis monjas, a las que no les ha importado echar horas extras y rellenar formularios durante varios meses, con tal de realizar bien su trabajo y ayudarme en mi adaptación curricular. Hace doce meses pensaba que no podría existir un mundo así y lo encontré cruzando la calle. ¿Increíble no?
Por eso, si te has presentado a la selectividad porque te llama ser ingeniero y no sacas la suficiente nota, por favor, no hagas magisterio, por dos razones:
1. Te amargará el resto de tu vida. Por favor, si no te llama no lo hagas. 2. No harás ningún bien a tus futuros alumnos. A un profesor sin vocación le gusta ir al médico y que le atencia un profesional con vocación ¿verdad? Este post hoy va por esas personas que dedican su vida a la llamada. Pero sobre todo a mi colegio, que con tan poco hacen tanto. Gracias por enseñarme, educarme, corregirme, respetarme, y mostrarme que la vocación estaba en frente.¡Simplemente había que cruzar la calle!
HASTA LA PRÓXIMA
Espero que escuchéis mi sección "Álvaro y sus cosas" en Radio Castilla la Mancha como colaborador en El Pasacalles todos los lunes de 17:50 a 18h. En la Televisión de Castilla la Mancha durante el verano en el programa Castilla la Mancha en el corazón. También me podeís seguir en Cope Fin de Semana con Cristina L. Schlichting y en radio 4g con Jose Antonio Abellán en la Jungla 4.0. Además podéis enteraros de todas mis entrevistas y reportajes en Facebook, Twitter Instagram y Youtube.