Como suele ser habitual en todas sus películas, la propia directora del film, Kaouther Ben Hania, se encarga del guion. La historia es simple, pero a la vez muy compleja. La película relata el caso real que tuvieron que sufrir los miembros de la Media Luna Roja, el servicio de emergencias de Palestina, asistiendo a la pequeña Hind Rajab, atrapada dentro de un coche, rodeada de los cadáveres de sus familiares, mientras intentaban mandar una ambulancia a socorrerla y sacarla del lugar, rodeada por el ejercito israelí, que no cesaba en dispararle. Al basarse en un caso real, Ben Hania solo tuvo que retocar algunas cosas del suceso para que tuviera progresión dramática y gozara de los suficientes bits y golpes de efecto para sorprender al espectador y horrorizarlo con la situación.
La historia se fomenta en las declaraciones de Omar A. Alqam, Rana Hassan Faqih, Mahdi M. Aljamal y Nisreen Jeries Qawas. Sus vivencias son lo suficientemente interesantes y duras para mantenernos en vilo durante todos los 89 minutos que dura la película. Desde el momento en que Hind entra en escena, el corazón se nos encoje y, a pesar de conocer ya el fatídico desenlace, no podemos evitar sentir un gran dolor y sufrimiento al ver a los miembros de emergencias hacer todo lo posible para salvar la vida de la pequeña. Escuchar a la pequeña es todo un sufrimiento y, el film, al ir recordándonos que se trata de una historia real, lo hace totalmente perturbador. En ese sentido, la tensión es palpable en todo momento y el guion es lo suficientemente inteligente para ofrecer una progresión dramática con la que nuevos elementos y obstáculos se ponen delante de nuestros protagonistas.Pero hay algo que hay que destacar. La directora Kaouter Ben Hania decide poner las grabaciones reales de la pequeña Hind Rajab. Esa decisión, aunque sea tremendamente efectiva para conmover al espectador y entender el dolor y la rabia del equipo de la Media Luna Roja, es algo que ha traído mucha polémica. Al ser un evento muy reciente, sobre una menor fallecida de la que no ha dado consentimiento alguno, y se use para una película de ficción con un objetivo comercial (más allá de la necesidad de mostrar un evento de características tan terroríficas como este), es algo que, a nuestra opinión, es algo poco ético. Es una línea fina entre la necesidad de contar la realidad y la necesidad de crear un film friccionado, aunque sea casi documental, de los hechos y se mande a competición en distintos festivales y se estrene con fines comerciales. La voz de Hind te parte el alma, sí, pero, ¿a qué precio?Motaz Malhees, a quién vimos en el reciente remake de “No hables con extraños” (2024) o la película jordana “A 200 metros” (2020), es el encargado de dar vida a Omar A. Alqam. A pesar de ser un film bastante coral, Malhees asume un papel muy protagónico. Omar fue el que contestó primero a la llamada de Hind y se encargó de luchar hasta el final para que la niña fuera asistida, a pesar de la intervención de muchos de sus compañeros. Motaz hace un buen trabajo sacando el dolor de las entrañas de su cuerpo y se puede ver la furia y la pasión en su rostro. Algunas veces tiende en ser algo exagerado, pero en general ofrece una buena interpretación. La joven Saja Kilani debuta interpretando a Rana Hassan Faqih. El personaje de Rana tiene el peso dramático más bestial y desgarrador. La cantidad de sentimiento que Kilani tiene que poner a su personaje es abismal. Quizás, al igual que su compañero, a veces se pasa de expresión y oscila entre la gran interpretación y la sobreactuación, pero consigue emocionar con su dolor.
Para centrarnos más en la psique de estos la directora tunecina ha optado por usar muchos planos cortos, dando prioridad a las expresiones faciales de los actores y lo que están sintiendo al escuchar a la pobre niña palestina. A su vez, Kaouther monta los audios de Hind con fondo negro y una barra de sonido que representa su voz, no sin antes recordarnos una y otra vez que se tratan de los audios reales. Esa insistencia no deja de ser algo manipuladora para el espectador, como instándole a emocionarse por la crudeza de lo escuchado. A veces, también, la directora monta imágenes de archivo de los agentes reales paralelamente a la representación de los mismos, recordándonos que estamos viendo una ficción que pretende mostrar la realidad, algo que se agradece por la parte de mostrar a los héroes reales, pero a la vez también parece ser una herramienta para forzar la emoción. Destacar, también, que al final de la película aparecen la madre y el hermano pequeño reales de Hind, explicando los últimos momentos vividos en la situación y qué ha ocurrido después de la tragedia. Es un movimiento válido y obvio, pero por las palabras finales de la madre, no se tiene claro en qué sentido tiene toda la representación ficcionada en vez de realizar, simplemente, un documental.El director de fotografía colombiano, Juan Sarmiento G., se encarga del apartado visual. A Sarmiento lo conocemos por fotografiar films como el documental “Marinheiro das Montanhas” (2021), “Islands” (2025) o la esperada “Un poeta” (2025), que representará a su país, Colombia, a la próxima gala de los Premios Oscar, si es seleccionada para competir a Mejor Película Internacional. La fotografía de “La voz de Hind” es sencilla. Sarmiento G. ha optado por crear un look más documental que expresivo, siendo consiente de que la trama habla por si sola y que al mostrar algo tan horrible no le hace falta un gran juego lumínico para emocionar. Los movimientos de cámara son principalmente circulares alrededor de sus personajes y son suaves y precisos, más en pos de crear un cierto dinamismo al film que querer enfatizar algunas de sus acciones narrativas. En general, es una fotografía correcta que no busca impresionar, sino que acompañe a la trama que está contando y muestre la realidad concebida.
- [message]
- ##check## Lo bueno
- Lo importante del relato y su visionado.
Es un proyecto en que se nota un compromiso enorme por parte de todo el equipo.
El juego con las imágenes reales de los protagonistas de la película. - ##times## Lo malo
- La ética que hay detrás de la utilización de la voz real de la pobre Hind.
Las manipulaciones emocionales que bombardean al espectador.
El hecho de ser ficción siendo algo tan reciente y casi documental.
- [accordion]
- Ambientación 6.0
- Buena representación de las oficinas de los integrantes de la Media Luna Roja.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- Hay una evolución en uno de los personajes, pero los demás tienen poco trasfondo, aunque no sea necesario.
- Argumento / Guión 7.5
- Tensión en todo su metraje y un cuidado uso de los golpes de efecto.
- Banda Sonora 6.5
- Delicada y cuidada al milímetro para acompañar y no ser demasiado cargante.
- Entretenimiento 6.5
- Se sufre desde el momento que entra Hind hasta al final.
- Montaje / Innovación técnica 6.0
- La puesta en escena es buena, pero la utilización de las grabaciones reales genera dudas, además de la introducción de carteles que nos recuerdan que es todo real.
- [message]
- Puntuación Total 6.5 / 10