La voz de la conciencia

Publicado el 07 julio 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
LA VOZ DE LA CONCIENCIA
¨Para que las reformas estructurales y legales sean realmente eficaces, deben verse respaldadas por una revolución paralela en la conciencia.¨ Daisaku IkedaLa justicia en Venezuela no sólo ha perdido su esencia sino además su pudor. El régimen ha despojado de la venda, la balanza y la espada a la dama que representa ese anhelado derecho humano, y la ha postrado a sus pies para montar un espectáculo grotesco en cada acto de injusticia que se comete para favorecer a las bandas que se reparten el poder.
Ya no se requiere un palacio, ni mucho menos un templo para darle majestad a la justicia. Desde hace años al régimen le basta una carpa y un paredón donde el don tan preciado de la libertad humana se fusile a diario y se convierta en una pieza de teatro bufo y vergonzoso donde unos actores disfrazados con toga, son la máxima expresión de la moral ¨revolucionaria¨, junto con los denunciantes sin oficio, pero con una sin igual incondicionalidad perruna a los amos del poder.El régimen no sólo se ha convertido en un violador sistemático y permanente de la Constitución vigente, sino que ha decidido enfrentar la voluntad popular representada en la Asamblea Nacional y en nuevo acto cargado de cinismo y barbarie, con demostración de fuerza bruta, la toma por asalto dejando una estela de heridos y destrozos. Un irrespeto no sólo a la autonomía de los poderes y a la inmunidad parlamentaria, sino un golpe vergonzoso a la condición humana de diputados, trabajadores e invitados especiales a un acto fundamentalmente civil que conmemora la historia republicana.


Los venezolanos conocemos al Carreño que nos legó lecciones de urbanidad, moral y civismo, que nos enseñó a inculcar valores a nuestros niños y jóvenes. La revolución también tiene a sus Carreños que son la máxima expresión de los antivalores, de la bajeza y de la ruindad, que intentan hipócrita y repugnantemente dar clases de moral y ética en los espectáculos circenses, montados con aires de solemnidad, para ocultar los verdaderos propósitos y la politización de la justicia del país.
El mundo ha observado con estupor una serie de actos desesperados, violentos y engañosos con el afán de imponer un nuevo ¨contrato social¨ comunista. Tenemos que sobreponernos al vandalismo propiciado por delincuentes con poder de fuego y con recursos inmensos utilizados sin probidad. Es necesario rescatar la vergüenza nacional y el decoro personal. Debemos crear conciencia que la construcción de una cultura de paz es posible sólo si impera la justicia, no con la imposición de un mamotreto sesgado ideológicamente. La insuperable Greta Garbo decía que la vida sería hermosa si tan sólo supiéramos qué hacer con ella, y lo que estamos haciendo es luchar porque estamos conscientes que la vida será más bella sin fanatismos ni odios y que el sueño de la igualdad genuina sólo podrá concretarse cuando en los integrantes de toda la sociedad eche raíz una nueva conciencia, que nos permita reconocer nuestra pertenencia común al género humano, como nos refiere Ikeda.Neuro J. Villalobos Rincón  @nevillarinnevillarin@gmail.com
TwittearEnviar este artículo a tus seguidores