La voz de Olga Peretyatko

Publicado el 13 junio 2010 por Maac @Elblogdemaac


Hoy, mientras Waltraud Meier daba su segundo concierto Parsifal en el Palau de la Música, en la Sala Martín y Soler del Palau de les Arts tenía lugar un recital de la soprano rusa Olga Peretyatko y el pianista Matthias Samuil bajo el extraño título "Voz en ella", claro que ya iba avisado, el anterior recital en el que José Manuel Zapata cantaba tangos llevaba por título "Tangos para ella", mira que son ingeniosos, yo no sé cómo es que el primer concierto del Festival, en el que la orquesta interpretaba el concierto para piano de Schumann y estrenaba Qualia de Sánchez Verdú no llevaba por título "Piano para ella" o "Ella va de estreno". Lo ridículo en Les Arts a veces no tiene límite.
Hay que ver lo bien que suena todo en la Sala Martín y Soler, es una pena que la misma apenas tenga contenidos, este año se ha utilizado en sólo dos óperas "La scala di seta" y "Una cosa rara" y en muy pocos recitales; lo mismo pasa con el Auditorio Superior -todavía estoy esperando que me digan dónde está el Auditorio Inferior-. Con los tiempos que corren me parece que lo de esta temporada puede considerarse un lujo.
¿Por qué será que el público de Les Arts no tiene nada que ver con el del Palau de la Música? No es habitual que en el Palau de la Música se aplauda entre las canciones que van en un bloque; por el contrario en Les Arts parece de lo más natural que se haga así. Esto me hace llegar a la conclusión de que no estamos ante el mismo tipo de público. No lo entiendo pero es así.
Pero vayamos al tema. Estaba un poco decaído, había tenido que elegir entre el segundo acto de Parsifal en versión concierto con Meier, para el que tenía entradas desde hace bastantes meses, y el recital de Peretyatko. Como el otro día ya estuve en Parsifal decidí ir al recital de la soprano rusa, tenía curiosidad ¿Ha valido la pena?
Pues sí, la ha valido. Estaba claro que no iba a encontrarme con la reencarnación de Joan Sutherland o Beverly Sills, no tenía tampoco expectativas creadas, como ya he dicho, me apetecía ir, sin más. El primer bloque de la primera parte estaba formado por cuatro piezas de Rachamaninov: Lilac, opus 21.5, la conocida Vocalise, opus 34, 14; Zdes' khorosho (Qué bien se está aquí), opus 21, 7 y Ne poj krasavica (No me cantes más) , opus 4, 4. Peretyatko se ha encontrado cómoda en todo momento, habiendo nacido en San Petersburgo no es extraño. Con la excelente última canción del bloque no se ha alcanzado el punto álgido del mismo porque habrían de sonar más temas rusos como "Kolybel'naja pesnja" la nana de Tchaikovsky, opus 16.1. Ha sido un lujo poder disfrutar de estas canciones en la voz de una soprano que no sólo domina el idioma sino que transmite ese no sé qué que se lleva en los genes y que hace que todo suene auténtico, porque lo es.
Ha concluído la segunda parte con un bloque dedicado a Richard Strauss, protagonista de gran parte de esta edición del Festival, en el que ha interpretado "Die Nacht", opus 10, 3; "Ich schwebe", opus 48, 2; y la pasional "Cäcilie", opus 27, 2. Ha sido lo más flojo del recital, por lo menos no ha estado a la altura del resto, para mí que le ha faltado una mayor dosis de pasión, no la he encontrado comunicativa o quizás, debía haberlos colocado antes del repertorio ruso.
La segunda parte ha tenido las aves como protagonistas, sobre todo el ruiseñor. Ha abierto con "Le cygne", una famosa melodía de "El Carnaval de los Animales" de Saint-Saëns, ha seguido con "Quejas o La maja y el ruiseñor" de Granados, la verdad es que nunca la había escuchado en esta versión para piano y voz, siempre la escuché con acompañamiento de orquesta o para piano solo, el idioma no ha sido un grave problema para Peretyatko, ha cantado en castellano con mucha naturalidad e intención, sólo he percibido una erre algo arrastrada, ha sido pecata minuta. Después han llegado los ruiseñores: "Le rossignol et la rose" de Saint-Saëns, "La rosa y el ruiseñor", opus 2,2 de Rimsky-Korsakov y "Le chant du rossignol" de Stravinsky, el virutuosismo ha ido dosificándose de menos a manos hasta el brillante y colorista final de "Villanelle" de Dell'Acqua donde la voz ha dado lo mejor de sí, entonces Peretyatko se ha desmelenado y ha sacado a relucir toda su capacidad para la coloratura y el sobreagudo, para terminar un solo bis que, para mí, no venía a cuento: "O mio babbino caro" de Gianni Schicchi pero que ha cantado con mucho gusto y musicalidad.
Ha sido un recital original, con un repertorio que no es muy habitual y adaptado a las características de la soprano, cuando no ha sido muy virtuosístico ha recurrido a la afinidad idiomática y cultural, cuando lo ha sido ha buscado una temática que le sirviera de hilo conductor. Peretyatko tiene un timbre muy hermoso y bastante homogéneo dentro de lo que es una soprano lírico-ligera, ha emitido algunos pianísimos muy buenos pero por dos veces al colocar la voz para atacarlos ha titubeado un poco, han sido los únicos lunares negros en un recital que me ha hecho pasar un rato muy agradable y algunos instantes mágicos. En cuanto a la labor del joven Samuil al piano ha sido correcta en todo momento.
La escuchamos en Rachamaninov - "Ne poj krasavica"