Como dijimos al principio de esta serie, las revistas infantiles decimonónicas y de comienzos del siglo XX son el germen de nuestros primeros tebeos, que aparecen claramente definidos como tales a partir de los años 20. Pero tratando esta serie sobre la prensa, dejaremos los tebeos a un lado y, si nos acercamos a alguno, será tan sólo para tratar de las secciones literarias o didácticas que acompañaban a las historietas para completar las revistas. De las viñetas que contenían ya nos hemos ocupado y nos seguiremos ocupando en otras entradas de nuestro blog.
La Gaceta de los Niños (1798) será el primer periódico infantil de España, pero el género no tuvo continuidad hasta 1833 [1]. Si hay un elemento común a todas ellas es su afán claramente pedagógico. Carlos Frontaura fundó Los Niños (1870-1877, Madrid), que en enero de 1875 publica la que, durante muchos años, se tuvo por la primera historieta gráfica española [2]. En el número del 13 de noviembre de 1875, apareció un artículo del botánico cubano [3] Pedro Alejandro Auber sobre las hormigas en el que, por oposición a su pequeño tamaño, dedica algunos párrafos al enorme ictiosaurio.
El semanario educativo Juventud Ilustrada (1905-1906, Barcelona) estaba dirigido tanto a la infancia como a la juventud. Profusamente ilustrada, también incluía viñetas y tiras humorísticas. El 26 de mayo de 1906 publicó el artículo “Monstruos extinguidos”, el 15 de septiembre, “Los grandes saurios desaparecidos” y el 3 de noviembre “Los dinosaurios carnívoros de la edad de los reptiles”, que ilustró con los Laelaps de Charles Knight, a los que ya denomina “Driptosaurios”.
También en Barcelona, Saturnino Calleja editó la revista Pinocho (1925-1931), donde José López Rubio publicó el relato “El terrible Diplodocus” el 19 de julio de 1925.
La revista de Tarrasa Alegría (1928-1930) incluía también numerosas historietas. En el número de 10 de mayo de 1930 incluyó un artículo divulgativo sobre “Los monstruos antediluvianos y el insecto más pequeño que ha sobrevivido en todas las hecatombes de la Tierra”, según el cual el “Grylloblatta campodeiformis”, que convivió con el plesiosaurio o el dinosaurio, sería el único superviviente de la Era Secundaria. El 7 de junio, publicó otro artículo intitulado “Animales prehistóricos”, entre los que destacó al ceratópsido Monoclonius.
-----[1] Martín, A. (1969) “Apuntes para una historia de los tebeos. I. Los periódicos para la infancia (1833-1917)”, en Revista de Educación, 194, pp.98-106.[2] En 1996 Antonio Martín presentó dos historietas de 1873 para la revista Mundo Cómico -nosotros hemos encontrado una tercera en dicha publicación y año, véase Charmer, C. (2021) El Comicsaurio, Applehead Team- en un congreso en Bruselas y hoy conocemos una previa de 1864.[3] De origen francés, llegó a España con las tropas de Napoleón.[4] Posiblemente sea una traducción del francés, pues en una de las viñetas en que un cochero defiende a su caballo del pájaro con su fusta puede leerse “Au Cocher”.