La Vuelta a España del cicloturista: El puerto de Valdelinares

Por Rafael @merkabici

La llegada a la estación de esquí de Valdelinares que afrontará la Vuelta a España, previo paso por el puerto de San Rafael, puede ser considerada como la subida más dura de la provincia de Teruel. Y es que hablamos de dos grandes puertos encadenados perfectamente, que de hecho pueden ser considerados como una única subida que alcanza casi los 2000 metros de altitud. Todo un desafío para el cicloturista.

Analizaremos, como hemos dicho, ambos puertos como uno solo, ya que apenas hay bajada entre ellos y de hecho el esfuerzo será conjunto. Hablamos así, por citar números, de un enorme puerto de más de 27 kilómetros de longitud, con una media de apenas el 3,5 % pero que es bajada por un par de tramos de llano y una bajada, con lo que la dureza real es mucho mayor, y que corona a casi 20000 metros, por lo que la exigencia a nivel altitud ya empezará a notarse.

Zona ciclista

Empieza la subida en la localidad de Mora de Rubielos, desde donde afrontamos tres kilómetros iniciales bastante suaves, al tres por ciento de media, antes de afrontar quinientos metros llanos y meternos de lleno en el puerto de San Rafael. Tendremos desde allí cuatro kilómetros muy sostenidos que son el primer tramo de cierta exigencia, con pendientes medias de más del seis por ciento, y un par de rampones al diez por ciento que harán realmente daño a los ciclistas, antes de llegar a un mirados al lado de una fuente, donde se corona un pequeño collado.

Desde allí cuatro kilómetros llanos donde debemos soltar las piernas antes de afrontar los dos finales del puerto, de nuevo exigentes, con rampas sueltas al diez por ciento y una media superior al seis.

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Coronado el Puerto de San Rafael tres kilómetros de rápido y revirado descenso nos dejan a los pies de Valdelinares. La subida definitiva tiene unos 10 kilómetros de longitud a una media cercana al seis por ciento, pero aparece trufada de rampas de mayor entidad, por lo que puede deparar un bonito espectáculo en la Vuelta. Comenzamos a subir con 2000 metros muy sencillos, a apenas el 3,5 %, antes de llegar a una curva de herradura al diez por ciento que marca el cambio de tendencia, y nos introduce en un tramo de cuatro kilómetros muy duros, con continuas curvas de herradura y una media superior al siete por ciento salpicada de rampas de dos dígitos. Un terreno realmente duro. Un kilómetro más suave, a un cuatro por ciento que nos parecerá llano, nos deja al pie del último tramo de la subida, sin duda el más exigente, dos kilómetros que alcanzan casi el nueve por ciento de media y donde hay continuas rampas al doce por ciento. De esta forma alcanzamos la llanada de la estación de esquí, a la que accederemos por un tramo mucho más cómodo.

En resumen un puerto duro que, sin tener rampas imposibles, se hace realmente exigente para el cicloturista y los profesionales.