Preparando las vacaciones con los niños.
Uno de los grandes problemas en unas vacaciones para los niños. Son las expectativas creadas por el niño. Aunque parece mentira, las vacaciones pueden dejarnos peor que cuando las empezamos. Y mucho de esto tiene la culpa, lo que esperamos de ellas. Cuando estamos esperando algo con mucha ansia y en donde esperamos, hacer un montón de cosas, que más adelante, resulta que no podemos, o simplemente no hacemos. Puede hacer que nuestros cerebros se descoloquen y sintamos que hemos tirado nuestro tiempo.
La sociedad que vivimos es rara. De lunes a viernes debemos dedicar más de 8 horas a una actividad que en muchísimos casos no nos gusta, para poder vivir. Y durante este tiempo, estamos pensando en ese mes que tenemos para de verdad ser nosotros mismos. Hacemos planes. Y esperamos tener tiempo, que en la mayoría de los casos, luego nos queda grande. De hecho, uno de los problemas que más hay en este siglo, es que no sabemos gestionar nuestro tiempo libre. Estamos tan acostumbrados a que nos marquen y nos queden tan pocas horas para nosotros. Además esas horas que solemos tener todos los días de tiempo libre. Lo único que queremos es descansar ya que llegamos agotados de trabajar.
Aunque nos parezca un poco exagerado, la verdad es que a los niños, les ocurre exactamente lo mismo. Durante prácticamente todo el año, los niños, pasan con un horario muy estricto y organizado. Que les deja poco tiempo para elegir ellos la actividad o juego que quieren hacer. Consiguiendo que con el tiempo, no sepamos ocupar nuestro tiempo libre. Tiramos a lo que estamos acostumbrados durante todo el año. La tele. Y aunque en nuestro interior queremos hacer mil cosas. Siempre será más fácil ocupar nuestro tiempo en no hacer nada. Con lo que nuestras expectativas se verán mermadas. El problema más grave es la falta de tiempo para nosotros mismos a lo largo del año.
¿Cómo aprovechar las vacaciones?
Hay algo que siempre se nos olvida, aprender de nuestros niños. Si nos fijamos, la gente cada vez es más apática, está más cansada, triste… La sociedad en la que estamos viviendo, es la responsable. Y la situación concreta que nos ha tocado vivir, es un catalizador para los problemas de la cabeza.
Desde que nacemos, se nos prepara con un objetivo. Que algún día seamos productivos en alguna empresa. Que no nos importe prescindir de nuestro tiempo libre. Al fin y al cabo, las experiencias nos las dan a través de la televisión. Vivimos los amorios de los personajes de telenovelas. O la “buena vida” a través de los famosos… Y se nos olvida algo. Nosotros, quienes somos. Se nos enseña que somos, lo que valemos o lo que consumimos. Si tienes un BMW, eres un tipo de persona, si tienes un armani… Si te gusta la música, no vale con escucharla, tienes que tener un equipo de música que de tal calidad que ni siquiera el oído humano sea capaz de detectarla. Pero aun así, tenemos que tenerlo. En eso está basado el sistema educativo de las últimas décadas. No crear gente feliz, que disfrute de una puesta de Sol. Sin contar la forma que tienen para enfrentarnos. Dividiendo en grupos, los de derechas, lo de izquierdas, los de tal religión, los que tienen más dinero, los que tienen hijos… Pienses en quien pienses seguro que hay más de un motivo, para que esté en alguno de los bandos contrarios.
Nos enseñan que no importa quien gana en un partido de fútbol. Lo importante es jugar. Pero, en la vida real, nos dicen que el que pierde, no tiene dinero para alimentar a sus niños. Con lo que mandamos un mensaje contradictorio a nuestros niños.
Si nos fijamos en los niños pequeños. Nos daremos cuenta de que las cosas no son como nos han enseñado. Nosotros como personas, valemos más que nada en este mundo. Nuestro tiempo es lo más preciado que tenemos. Pero, la sociedad, ha conseguido que lo vendamos a un precio ridículo. Los niños pequeños, viven cada minuto como si fuera el último. Siempre tienen algo que hacer, algo que investigar, algo que aprender.
Ahora si algo supone un esfuerzo para nosotros, lo dejamos de lado. Algo que no era así, cuando eramos niños. Cuando aprendiste a subir y bajar escaleras. Te pasaste meses ensayando una y otra vez. Y no te cansabas. Cada paso que dabas en los escalones, era un triunfo, no un rollo. Es la curiosidad y las ganas por aprender nuevas cosas, la que consigue que los niños aprendan y vivan situaciones fantasiosas que nosotros hace tiempo que perdimos.
Y no me digas que es que son cosas de bebés o niños. El aprender, es la mayor satisfacción para todos y digo todos los seres humanos. El problema es que la sociedad y el sistema educativo. Ha conseguido que vayamos perdiendo el interés por ello. Y nos ha dado un par de opciones que son más fáciles de hacer. Y consiguen que el tiempo pase rápido. Para llegar a otra fase de nuestras vidas. Es el momento de recuperar tu tiempo personal. Y aprender sobre ti mismo. Y los mayores maestros que tenemos son nuestros niños. Dedícales más tiempo. Todo lo que pases con ellos, será el tiempo mejor aprovechado del mundo. Y ayúdales a ver la importancia que tienen ellos en sus vidas. Que sean independientes de pensamiento. Y que por favor, no se dediquen a obedecer por que si. Que se planteen de verdad como es el mundo. Y que nos den su punto de vista. Seguro que nos van a aportar mucho más de lo que nunca nos hubiéramos pensado.
La vuelta al cole.
Las vacaciones nos descolocan a nosotros. Pero, más a los niños. La ruptura de rutinas que les viene muy bien de vez en cuando. Será una de las responsables. Uno de los sentimientos que tenemos es que nos ha sabido a poco. Volvemos al colegio. Y nos damos cuenta que nos queda mucho tiempo para volver a disfrutar de las vacaciones. Lo que hace que nos sintamos un poco de bajón. Si de verdad pasáramos más tiempo con tiempo para nosotros. Seguro que podríamos hacer todo eso que soñamos. Aunque otro problema que nos encontramos, es que mucha gente, se ha vuelto tan dependiente del trabajo, que se agobia con tanto tiempo libre como las vacaciones. Necesitan que alguien les marque lo que tienen que hacer. Necesitan de un sistema que les de actividades. Y si no ellos no sabrán que hacer.
Debemos hablar con los niños, antes de la vuelta al cole. Y explicarles como funcionan las vacaciones. Y la necesidad que tenemos de aprender. Aunque debemos potenciar su imaginación y creatividad. Es una de las claves que tienen los niños para poder enfrentarse a todo. Y les funciona bien. Con el tiempo, seguro que irán perdiéndola, como ya hemos hablado en más de una ocasión.