El regreso al colegio o guardería despues de las vacaciones puede ser toda una azaña despues del descanso veraniego y lo digo por que el volver a la rutina, levantarse temprano, volver a llevar ese uniforme que no siempre gusta, o el simple hecho de establecer el nuevo horario, vamos a necesitar el apoyo y la colaboración de todos en casa.
Pero nosotras sabemos que no será lo único en lo que tendremos la mente puesta, pues al volver al cole tambien suelen empezar a ponerse malitos, lo típico… el compi cogio un catarro o cualquier otra cosa y !paf! nuestro retoño también. Y que decir del recreo, las carreras a la salida… !pero que bien se lo pasan!.
Por último comentaros que este verano tuve una experiencia con el Arnidol, os cuento: desde que llegamos a los apartamentos había un peque por allí del cual como comprendereis no podia quitar mi mirada, un añito, empezando a caminar y comprometedor como el solo, je je, pues a una de estas que está caminando por allí y resbaló y cayo de frente, buffff ¡que susto!, la mamá lo cogió lo consolaba y después de nada, unos momentos, miré al bolso recordando mi barrita de Arnidol, que efectivamente la tenia, me acerqué y se lo ofrecí a la mamá, me dijo que precisamente el papá había salido corriendo a buscarla, yo misma se lo apliqué mientras la mama lo abrazaba ¡teniais que ver la mirada de ese bebé, que lindo, como cerraba sus ojitos, ne notaba la calma y su agradecimiento.
Al día siguiente que pregunté a la mami y por supuesto le vi al peque, apenas tenia chichón ni morado, y os puedo asegurar que fue un señor golpe, sonó de lo lindo.
Aaaah! hoy empezó las clases mi hija, nueva etapa.