El mismo hombre que en 1990 cambió los torneos largos por los campeonatos cortos, es el mismo que ahora clausurará estos micro certámenes por la vuelta de las competiciones de 38 fechas de duración desde el 2011. Eso sí, el lamentable sistema de Promedios, otro producto con el copyright de Don Julio, para determinar los descensos seguirá rigiendo como hasta ahora. “No habrá más dos campeones por año, será uno solo de 38 fechas y no de 19 que es muy corto y sólo sirve para tener un campeón, nada más”, comentó Grondona, en declaraciones a FM Brisas.
Los campeonatos largos fueron interrumpidos por primera vez en 1967, con la introducción del Metropolitano y el Nacional. Así, por primera vez, un equipo logró romper el círculo dominante de los denominados grandes desde que comenzó el profesionalismo en 1931. Con torneos de menor duración, además del Pincha, cuadros como Newell´s, Rosario Central, Ferro, Argentinos, Quilmes, Vélez, Huracán y Chacarita pudieron ser campeones. Cuando en la temporada 1985/86 volvieron a instalarse los torneos extensos, solamente Rosario Central y Newell´s repitieron. Desde 1991 se juegan los Apertura y Clausura, si bien los grandes dominan con 36 consagraciones a su favor, los menos poderosos también se colaron, con 12 logros, y la inclusión de nuevos campeones como Banfield y Lanús. Antes de que comenzarán, se disputó una temporada de transición en la que hubo dos certámenes pero con un solo campeón, que fue el Newell´s de Bielsa, por penales en La Bombonera, ante un Boca que había ganado la otra de las competencias.
El próximo campeonato corto, en el primer semestre de 2011, será el último y se llamará Néstor Kirchner. ¿Cuál habrá sido el click que llevó a Grondona de no querer campeonatos extensos a decretar su vuelta? No se sabe. Es más, desde AFA también piensan proponer que la Libertadores y Sudamericana se jueguen también de manera anual, y no por semestres, aunque es difícil que eso avance. Los Promedios seguirán vigentes, tal como lo hacen desde 1982: “Son buenos, ya que da la sensación que nadie puede regalar nada, ni siquiera un punto en ningún momento de la temporada”, explicó Grondona, con un argumento poco convincente. El mercado de pase se abriría una vez por temporada.
Los torneos cortos le dan la oportunidad a cualquiera que pueda mantener una ráfaga de ser campeón, sin la necesidad de mantenerse al largo plazo. Como contra, se dice que otorgan poco tiempo a los entrenadores para poder armar un equipo consistente y, por ende, la desesperación e irritación en dirigentes e hinchas arrasan con los proyectos. Los torneos largos no calmarán totalmente las aguas ni inyectarán una paz absoluta, pero quizá inyecten algo más sosiego y de tiempo para buscar una consolidación. El miedo es tener campeonatos aburridos, definidos 10 fechas antes.