Todo vuelve en moda y también en peinados. En este caso, los años 90 van a ser tendencia en el 2025: Flipped Bob y Olsen Dip.
Flipped o Flippy Bob.
El flipped bob nació en los años 60 y fue furor en los 90. Es simple, elegante y prolijo y su característica principal es que las puntas se peinan hacia arriba.
La curva puede ser dramática o más natural. Es más, algunos cortes bob los tienen de manera natural cuando el pelo es lacio. Si no es el caso, se pueden recrear de una manera muy fácil.
Este peinado no requiere volumen en el pelo, sino que más bien tiene que pegarse a los costados del rostro. Y si llevamos una parte o ambas detrás de la oreja, mejor.
Es perfecto para los cortes que llegan hasta la barbilla, pero también se están llevando en largos que llegan hasta los hombros. Es una manera diferente de peinar el Bob Prada.
El bob cae recto, sin capas. El flipped bob original se logra en pelo bien lacio y con una bucleadora se levantan las puntas hacia afuera.
Se adapta a casi todos los rostros, pero cuidado con las caras más largas porque puede destacar la longitud. Es un peinado de bajo mantenimiento y una manera de conseguir un look sofisticado.
Olsen Dip.
Las gemelas Mary Kate y Ashley Olsen fueron y serán íconos de la moda. Y esta vez, la moda la marcan las ondas bohemias de su pelo. La estética relajada que será tendencia se llama Olsen Dip.
Es un look donde las vamos a encontrar ondas rotas, con poca definición. La raíz es lacia y en medios y puntas aparece el movimiento.
Además del peinado, el Olsen Dip es tendencia por el color de pelo que tienen las gemelas. En este punto tenemos más posibilidades de jugar: pueden buscar más o menos contraste entre raíz y puntas porque el concepto es el de un color lavado.
El peinado y color nos recuerdan al resultado de unas vacaciones en la playa donde nos olvidamos de la obligación de pasar por la peluquería.