Revista Opinión

La vulnerabilidad de Arabia Saudí siembra la incertidumbre en la economía mundial

Publicado el 20 septiembre 2019 por Carlosgu82

El ataque a las instalaciones petroleras de Aramco ha dinamitado una de las bases sobre las que se asienta el mercado del crudo a nivel mundial. Es «la idea de que la producción de Arabia Saudí es segura al 100%», como explica Antoine Halff, investigador senior del Centro de la Energía Mundial de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. En palabras de Halff, en una entrevista telefónica con EL MUNDO, «esa tesis ha sido puesta en cuestión» por el bombardeo del sábado de los complejos petroquímico de Abqaiq – el mayor del mundo -, y de Khurais, de menores dimensiones.
Eso, y no la desaparición de tres millones de barriles de crudo, es lo que pesa sobre el mercado, y lo que ha provocado, primero, una subida del precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, del 20% que a media sesión había quedado recortada al 13%. Los valores-refugio tradicionales – fundamentalmente oro, dólar, y bonos del Tesoro de EEUU – se apreciaron, como también lo hicieron las divisas de países exportadores de petróleo que no están en Oriente Medio, entre ellos Noruega y Canadá.

Trump dice que EEUU está «cargado y listo» para responder al ataque en Arabia Saudí

Porque, en el mercado actual del petróleo, no hay escasez. En su último informe mensual, la Agencia Internacional de la Energía, que es la organización internacional de los grandes países industrializados consumidores de crudo, consideraba que mantener en 2020 el precio en sus niveles actuales iba a ser «una tarea abrumadora» para los productores. La razón es simple: la economía mundial se está desacelerando, y con ella la demanda de petróleo.

La empresa especializada en análisis de datos del mercado petrolero Kayrros ha explicado a este periódico que, según sus estimaciones, Arabia Saudí tiene 72,9 millones de barriles de petróleo almacenados en su territorio – es decir, excluyendo petroleros y reservas en otros países, como Egipto, Japón, y Holanda -, lo que supone unos 3,8 millones más de la media. Ese exceso de stocks se debe a la caída de las exportaciones de crudo. Pero eso significa poco si el país vuelve a ser blanco de un ataque, sea éste de Irán – como afirma Arabia Saudí y Estados Unidos – o de los rebeldes proiraníes de Yemen.

Abqaiq tiene 18 unidades de producción. Kayrros ha examinado fotos de satélite de 13 de ellas, de las que 5 han sido alcanzadas por el bombardeo, aunque ninguna se ha incendiado. Basándose en esas imágenes, la empresa calcula que, al menos, la capacidad de esa instalación ha sido reducida de 7 millones de barriles diarios a entre 4 y 5 millones.

Pero no solo el ataque refleja un cambio en el mercado petrolero mundial. También la respuesta éste. Mientras que Estados Unidos reaccionó amenazando a Irán y declarando que está dispuesto a abrir su Reserva Estratégica de petróleo para reducir posibles cuellos de botella, la AIE se limitó a afirmar que está siguiendo de cerca la situación. «En el pasado, la respuesta habría sido coordinada», explica Halff.

Otro factor llamativo ha sido el ‘tuit’ en el que Donald Trump anunciaba la disposición de Estados Unidos a defender a Arabia Saudí, en el que daba a entender que Washington hará lo que le diga Riad. «Estamos esperando a oír que el Reino [saudí] nos diga quién cree que fue el causante de este ataque, y en qué términos debemos proceder».


Volver a la Portada de Logo Paperblog